El BNG pone condiciones a Orozco para reabrir la negociación del pacto en Lugo

El BNG puso ayer, dos días después de que el alcalde Xosé Clemente López Orozco reabriese las puertas al dialogo, condiciones para negociar el pacto de coalición en Lugo. El concejal nacionalista Xosé Antón Bao advirtió de que su partido no está dispuesto a volver a la mesa de negociación si antes el PSOE no cambia de actitud y modifica el planteamiento con el que se presentó a las reuniones celebradas a partir del 14 de junio.

Bao, quien probablemente se convertirá en vicepresidente primero de la Diputación de Lugo, sostiene que es "imposible la reapertura de las negociaciones si no se produce un acercamiento a las posturas que defiende el BNG". Los nacionalistas entienden que "tienen que darse unas condiciones políticas que no se dieron en su momento y que aún no están sobre la mesa".

El principal escollo, que se encuentra entre estos condicionantes que establece el Bloque, es el Plan General de Ordenación Municipal. Bao señaló que su grupo, ya desde la primera reunión, pidió sin éxito modificaciones sustanciales en seis aspectos "fundamentales": la excesiva extensión prevista para la ciudad, la gestión urbanística, el modelo agresivo de desarrollo planteado para determinados barrios, el incremento en la vivienda pública, mayor protección para la zona del Carmen y la potenciación de los núcleos rurales y la reducción de las urbanizaciones.

Con estas condiciones, Bao tilda de "bastante arriesgadas" las declaraciones de Orozco y aclara que fue el BNG el primero en "dejar la puerta abierta a la negociación" tras la ruptura de junio.