El presidente pide a su partido que haga oposición sin "crispación"
"Ni rencor ni crispación", pero sí "firmeza" en la defensa de las posiciones que crean justas, es la actitud que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió ayer a los socialistas madrileños como forma de hacer oposición en la Comunidad de Madrid, en el Ayuntamiento de la capital y en todos los municipios de la región en los que gobierna el PP. Él, como jefe del Gobierno central, invitó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a pasar "de la fase de crispar y recurrir, a la fase de dialogar y discurrir juntos las mejores soluciones para los madrileños".
Zapatero recordaba así los cuatro recursos anunciados la pasada semana por el Gobierno regional contra proyectos del Ejecutivo central. El presidente con su capítulo de agradecimientos y menciones especiales mostró que quería reparar alguna deuda. Por ejemplo con Constantino Méndez, a quien brindó su afecto político y personal. Este miembro de la gestora, dimitió como delegado del Gobierno de Madrid, inmediatamente después de que un juzgado consideró que había indicios de delito, por detención ilegal, en la actuación de los policías que llamaron a declarar a dos militantes del PP por presuntas agresiones al entonces ministro de Defensa, José Bono, en el curso de una manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
"Organización simpática"
El Tribunal Supremo ha rechazado las imputaciones. "Nos hubiera gustado una sola palabra al respecto del PP, después de toda una campaña terrible. Seremos moderados pero no callaremos ante ataques mendaces y falaces".
El plantel de miembros de la ejecutiva federal que asistió al congreso se ajusta a la importancia que dan a Madrid: José Blanco, Carmen Hermosín, Elena Valenciano, Pedro Zerolo, Óscar López, José Andrés Torres Mora y el secretario general de UGT de Madrid, José Ricardo Martínez.
También acudió el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que no es militante del PSOE, y que cosechó una de las mayores ovaciones de la jornada. Todos para apoyar al nuevo líder.
Tomás Gómez, que se autodefine como un heterodoxo, dice que quiere un partido de gente que se ría, una organización "simpática". Se había pasado la noche anterior en blanco recibiendo a los 24 miembros de su ejecutiva, primando "la competencia y el mérito". En opinión del nuevo líder madrileño, esto "sólo es el principio del nuevo socialismo". Una novedad aún algo indefinida que se traduce en palabras muy elogiosas hacia el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "mi líder favorito".
Ese manual de futuro también pasa por ejercer una oposición diferente. Gómez, que seguirá siendo alcalde de Parla, considera que "es un error pintar un estado de las cosas de la región catastrofista. Los gestores hacen cosas bien y cosas mal. Nosotros sabremos reconocer lo bueno y señalar lo malo", advirtió para que nadie se extrañe.
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