_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La leyenda menor

Jordi Gracia

Para casi todos el café Gijón es ya poco más que un museo de cera literaria o, según como se mire, un museo de los horrores: la retórica que pesa sobre él es tan gomosa como lo suelen ser los mitos locales y tan anodina como las leyendas de pueblo. El mérito de sacarle algo parecido a un retrato real sin pastelería es de Marcos Ordóñez (Barcelona, 1957) -crítico teatral de este diario y autor de novelas como Rancho aparte y Tarzán en Acapulco- que ha montado el libro como un encadenado de charlas con un interlocutor, que es él. Los ha escogido bien, desde ese antiguo falangista y divisionario que fue Eugenio Suárez (el fundador de El Caso) hasta los últimos tiempos, o casi últimos tiempos, cuando Manuel Vicent ha dejado de ir pero sigue haciéndolo todavía Álvaro de Luna.

RONDA DEL GIJÓN. Una época de la historia de España

Marcos Ordóñez

Aguilar. Madrid, 2007

295 páginas. 19 euros

Los rumores de la miseria se desgañitan en las primeras páginas, quizá porque es en la primera posguerra, o hasta los años sesenta, cuando las múltiples tertulias parecen fundar su leyenda de tolerancia o la ilusión de un oasis. Se cuentan cosas interesantes de algunos personajes de la historia primera -César González Ruano, Ignacio Aldecoa, Fernando Fernán-Gómez o José García Nieto- y de la siguiente, con curiosidades sobre los damnificados por el paso del tiempo o por los mismos cronistas de todo aquello como Francisco Umbral o Raúl del Pozo. Juby Bustamante y los asuntos del Diario Madrid y la cosa yeyé o Jesús García de Dueñas, con el entorno de Triunfo y alguna definición exacta ("el Gijón era un invento literario y nostálgico, sobre todo para la gente de provincias"), Rafael Azcona o Jesús Pardo, incluso una formidable Ana María Matute actúan como lentes crudas de aquel tiempo, sólo a ratos con nostalgias tibias y a menudo con aciertos de expresión. Si uno cuenta que Cela pasó en la posguerra por "Jaimito oficial", otro cuenta la bofetada que el mismo Cela le soltó a uno por una broma pública. El libro trae a nuestras asepsias de hoy los aires espesos y ácidos de un café que en realidad no existe (¿se puede fumar ahora?) además de la menudencia de relaciones personales que encuentran en ese lugar una entrada, una salida o un pretexto suficiente para la leyenda menor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jordi Gracia
Es adjunto a la directora de EL PAÍS y codirector de 'TintaLibre'. Antes fue subdirector de Opinión. Llegó a la Redacción desde la vida apacible de la universidad, donde es catedrático de literatura. Pese a haber escrito sobre Javier Pradera, nada podía hacerle imaginar que la realidad real era así: ingobernable y adictiva.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_