La patronal alavesa elige presidente a Juan José Azurmendi

Juan José Azurmendi, propietario de la empresa Elevadores Omega, es el nuevo presidente de la patronal alavesa SEA tras un largo y conflictivo proceso de sucesión en el que la pugna política ha estado en primer plano. Azurmendi sucede a Carlos Zarceño a quien se ha colocado en la órbita del PP y que se ha sentido maltratado en los últimos meses. Azurmendi, ex alcalde de Iruña de Oca por el PNV, representa al que se ha venido llamando sector crítico.

La junta rectora de SEA se reunió ayer por la tarde con la intención de elegir a su nuevo presidente, pero el proceso llevó más de cuatro horas por el duro enfrentamiento por el poder entre el sector oficialista y el sector crítico, al que pertenece Azurmendi. La patronal aseguró en una nota de prensa que la elección se hizo por unanimidad y que Azurmendi quiere ser el presidente de todos los empresarios. La junta fue convocada a petición de casi veinte miembros de los treinta que la conforman. Al ser el único candidato, precisaba obtener dos tercios del total de los votos. Entre los retos del nuevo presidente está la designación de un secretario general de consenso, un puesto vacante desde hace un año.

El sector que apoyaba a Azurmendi consideraba que los treinta miembros de la junta debían reducirse en una o dos personas, ya que dos de ellos, los vicepresidentes Alfonso Saiz y Sabin Iza, fueron nombrados personalmente por el anterior presidente. En la reunión aportó un informe jurídico para intentar que Saiz no pudiera votar por no ser miembro electo y, además, pidió un análisis de los servicios del SEA para corroborar la corrección de su postura.

El relevo de ayer en la cabeza de la patronal es un primer paso en la ruptura en las instituciones de calado económico en Álava entre las fuerzas constitucionalistas. El segundo podría darse ser la Caja Vital, donde PP y PSE-EE ya mantienen posturas distintas sobre la fusión de las tres cajas vascas. De hecho, una pieza clave en la crisis de la patronal ha sido el enfrentamiento, casi personal, en su seno entre el presidente de Caja Vital, el socialista Gregorio Rojo, y Carlos Zarceño.

Salvo el caso del presidente del Vital, los críticos no forman un grupo asignable a unas siglas, sino que se mueven en el entorno social del PNV y PSE. La razón que ha movido a un grupo heterogéneo de personas a salir a la palestra es, precisamente, el hastío frente a una situación de paralización.

A este estado de cosas han contribuido también los problemas suscitados en los dos últimos años de la gestión de Carlos Zarceño. Primero fue la salida forzada del anterior secretario general del SEA, José Manuel Farto, por discrepancias con el presidente. Después, en una operación que le salió mal, impuso la destitución como vicepresidente de la junta rectora del máximo mandatario de la Vital, Gregorio Rojo, tras haberlo incorporado a bombo y platillo, y de otro vocal. Finalmente, tuvo que dar marcha atrás al demostrar un estudio jurídico que no actuó correctamente.

La ruptura quedó ayer más clara con la elección al frente de la diputación de Álava del candidato del PNV. El desencuentro entre PP y PSE es absoluto.