Fecsa y los generadores devuelven provisionalmente la luz a Barcelona

Fecsa-Endesa restableció a las siete de la tarde de ayer el suministro eléctrico a todas las zonas de Barcelona que seguían a oscuras, desde que el lunes un accidente en un cable dejó sin luz a más de 300.000 ciudadanos. Ayer por la tarde todavía quedaban más de 10.000 familias sin luz.

Fecsa-Endesa restableció a las siete de la tarde de ayer el suministro eléctrico a todas las zonas de Barcelona que seguían a oscuras, desde que el lunes un accidente en un cable dejó sin luz a más de 300.000 ciudadanos. Ayer por la tarde todavía quedaban más de 10.000 familias sin luz. "La situación está prácticamente normalizada. Pero el incidente está resuelto sólo provisionalmente", afirmó un portavoz de la eléctrica. Fecsa no descarta que a lo largo del día de hoy se produzcan "colas", es decir, caídas intermitentes y puntuales del sistema que vuelvan a dejar sin luz a los usuarios.

Parece que de momento las familias afectadas podrán volver a la normalidad gracias a la instalación de más de 130 generadores móviles y a la conexión de un cable de media tensión de 70 kilómetros que conectará la estación eléctrica dañada con otra ubicada fuera de la ciudad de Barcelona. "Son soluciones provisionales. La avería no se arreglará definitivamente hasta que Red Eléctrica repare su sistema de transporte de 220 kilovoltios".

Ahora llega el momento de evaluar qué hizo saltar el cable. La segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento, Inma Mayol, aseguró que tanto Fecsa como Red Eléctrica deben "realizar un diagnóstico de las causas que nos han llevado a esta situación". Tanto el Consistorio como la Generalitat han abierto sendos expedientes para depurar responsabilidades por lo sucedido.

Las autoridades municipales mantuvieron anoche el Plan de Emergencia como medida de prevención.

Atrás queda el calvario de 10.000 familias que han pasado sesenta horas sin luz. Pero durante la noche del martes y la mañana de ayer se vivieron escenas de protestas vecinales en la zona más afectada por el apagón. Hartos, los vecinos protestaron cortando calles y realizando sonoras caceroladas.

El martes por la noche, las luces que iluminan la Sagrada Familia volvieron a encenderse. Este hecho indignó a los vecinos que viven cerca del templo y que se disponían a pasar su segunda noche sin electricidad. Un centenar de ellos salieron a la calle y a sus balcones para protestar con una sonora cacerolada. "Nuestro generador se disparó de repente, pero tampoco creo que sea un problema que un monumento tan importante esté iluminado", se defendió el presidente del Patronato de la Sagrada Familia, Joan Rigol. Para evitar nuevas protestas por este motivo, el Ayuntamiento pidió ayer a los responsables del templo que se abstuvieran de encender las luces hasta que todos los ciudadanos tengan garantizado el suministro.

María Dolores, comerciante del paseo de Maragall -frente a la subestación más afectada por el apagón- no tenía ayer por la mañana electricidad ni en su tienda ni en su casa. "Un día lo aguantas, pero ¡tres! No puedo pasar la tarjeta Visa, pierdo clientes y, encima, a partir de las cinco de la tarde hace un calor insoportable", exclamaba. "No puede ser que ocurra algo así en el centro de Barcelona. Encima, por el calor y por el traslado de contadores, tengo una invasión de cucarachas", añade Maria Dolores, informa Ana Pantaleoni.

A mediodía, un centenar de personas del barrio de Gràcia cortó una calle durante más de una hora ante la mirada de la Guardia Urbana, que no llegó a intervenir.