_
_
_
_
Reportaje:

El nuevo parlamento es YouTube

Candidatos presidenciales de EE UU contestan preguntas enviadas por vídeo

Yolanda Monge

Jered, desde Clio (Michigan, EE UU), preguntó a los candidatos sobre su postura ante el control de armas. Con un rifle en los brazos, declaró: "Éste es mi bebé, adquirido bajo la prohibición de armas en 1994. Por favor, decidme vuestra opinión". El senador de Delaware Joe Biden respondió entre los aplausos del estudio: "Te diré algo: si eso es tu bebé, necesitas ayuda. Creo que acabas de hacer una confesión en tu contra. No sé si estás mentalmente cualificado para tener esa arma". El formato del debate y los interrogadores fueron distintos, pero el experimento de YouTube, patrocinado por CNN y escenificado el lunes en Carolina del Sur, seguía siendo un debate presidencial.

Casi todas las cuestiones fueron planteadas a Barack Obama y Hillary Clinton

Chris formuló la primera pregunta, directo, como harían el resto de las personas en los vídeos colgados en YouTube: "¿Van a ser ustedes capaces de ser revolucionarios, contestar con sinceridad y dejarse de rodeos?", y usó una expresión muy estadounidense: "beat around the bush" (algo así como irse por los cerros de Úbeda), que además tenía el doble sentido de implicar al presidente. Todo empezaba con ironía y acidez. Como acabaría.

Allí estaba el supertelegénico presentador de CNN Anderson Cooper, que mostró a los telespectadores lo que se habían perdido. O mejor, lo que no se habían perdido y CNN les había ahorrado ver: aun así quedó como un muñeco de nieve que interpeló sobre el cambio climático.

Preguntas las hubo de todas clases (casi todas para Barack Obama y Hillary Clinton) y en las dos horas de programa cupieron hasta 49 de los más de 3.000 vídeos que YouTube recibió hasta el sábado. No se puede obviar que la muestra no era grande en un país de 300 millones de habitantes. Y si se habla de que el debate representaba al ciudadano medio, está claro que al menos el ciudadano que participa en este tipo de debates debe no ser analfabeto en ordenadores, disponer de una cámara de vídeo y saber cómo cargarlo en la web.

"Señor Obama, ¿qué vamos a hacer de una vez para arreglar aquel tema de la esclavitud?", preguntaba un hombre negro. Dos mujeres, mirando a cámara, cuestionaban: "¿Cuándo vamos a poder casarnos? Entre nosotras...". A Hillary Clinton se le preguntó si era "suficientemente femenina" y a Obama si era "suficientemente negro", a lo que respondió con ironía que cuando se trataba "de coger un taxi en Manhattan..."

Hubo preguntas directas e indirectas, y respuestas directas y también evasivas. Entre los temas, Irak no faltó. "¿Cómo nos marchamos de Irak", preguntaba Mitch, de Filadelfia. Obama, mirando a Clinton de reojo, dijo: "Yo he estado en contra de esta guerra desde el principio". Todos recordaron entonces que la ex primera dama apoyó la invasión en 2002. Clinton contraatacó: "Yo le pregunté algo muy sencillo al Pentágono: ¿estáis preparados para retirar las tropas? Y en respuesta me enviaron una carta acusándome de ser poco patriótica". A Barack Obama le faltó tiempo: "Es terrible que le pregunte al Pentágono por sus planes. Y la respuesta que dio el Pentágono fue ridícula".

No tardó la senadora de Nueva York en devolver el golpe al único candidato negro ante una pregunta de Stephen: "¿Se reunirían en su primer año de presidencia, sin condiciones, con los líderes de Irán, Siria, Venezuela, Cuba y Corea del Norte?". La pregunta tenía truco. Y el resultado no fue favorable para Obama, quien dijo que sí, casi sin pensar: "La idea de no hablar con otros países como medida de castigo es ridícula". Clinton aprovechó la oportunidad: "No puedo prometer el reunirme con esos líderes en mi primer año. Puedo comprometerme a hacer esfuerzos diplomáticos". Y añadió: "Lo que no quiero es ser utilizada como propaganda".

El senador Joe Biden pareció querer poner una conclusión al evento: "Creo que éste es un ejercicio ridículo".

Los candidatos presidenciales contemplan uno de los vídeos enviados por los ciudadanos.
Los candidatos presidenciales contemplan uno de los vídeos enviados por los ciudadanos.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_