Asesinato a tiros en urgencias de un hospital de Vila-real
Javier Alfaro, de 28 años de edad, murió ayer en la sala de espera de urgencias del hospital de La Plana, en Vila-real (Castellón), al recibir al menos un disparo mortal en la cabeza mientras guardaba turno para ser atendido de una herida que, según explicó, se había producido en un gimnasio. Poco después de las seis de la tarde, un hombre accedió al centro hospitalario armado con una pistola y, sin mediar palabra, disparó contra él. Además, efectuó otros disparos tanto dentro como fuera del recinto. Tras la agresión, salió huyendo por los huertos cercanos al centro hospitalario. Pese a la atención médica que se desplegó sobre el joven tiroteado, los efectivos sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Según las primeras hipótesis, los celos podrían ser el móvil del crimen ya que Javier se encontraba acompañado de una joven. Fue ésta quien identificó al agresor que, según relató a la policía, había sido su novio. Éste es conocido como el apodo de El Vinagre y la policía lo definió ayer como un "delincuente habitual". Entre sus antecedentes figuran más de una decena de detenciones por delitos de tráfico de drogas y robos.
La policía y la Guardia Civil mantenían desplegado, a la hora del cierre de esta edición, un dispositivo de búsqueda entre los huertos que rodean el hospital, así como en todas las vías de comunicación con los municipios colindantes. En cualquier caso, el presunto asesino está identificado, tiene poco más de 20 años, es rubio, delgado y no muy alto.
Fuentes policiales barajaban ayer la posibilidad de que, antes de llegar al hospital, el agresor y su víctima ya hubieran mantenido una pelea en la que Javier Alfaro salió herido. La policía sospecha que una segunda persona estaba esperando al autor de los disparos y que facilitó su huida, aunque algunos testigos dijeron haberle visto emprender la fuga en solitario.
