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Reportaje:MÚSICA

El Cigala, por boleros cubanos

El cantaor emprende una gira con 'Dos lágrimas' acompañado por músicos de leyenda

Amelia Castilla

A simple vista parecen un grupo de turistas de la tercera edad, ataviados con viseras, zapatillas deportivas, vaqueros y mucho oro en el cuello y las muñecas, pero se trata de algunos de los músicos más importantes de Cuba. El octogenario pianista Guillermo Rubalcaba y los percursionistas Tata Güines y Changuito han aterrizado en España para acompañar a Diego El Cigala en la gira de Dos lágrimas, su nuevo disco fraguado en Cuba a ritmo de bolero.

En el estudio de Amor de Dios del madrileño barrio de Lavapiés donde ensayan, corren las alitas de pollo y el whisky de malta. Todos parecen exhaustos. El Cigala, de blanco inmaculado hasta los zapatos, pone voz a un clásico, Dos gardenias, acompañado por Rubalcaba. El pianista reclama partituras y Tata Güines explica cómo ha sido el proceso de trabajo: "Nosotros le trasladamos lo que es el bolero cubano, en la forma en que se canta en moreno, y Diego lo lleva a su terreno". Tata Güines acompañó a Lola Flores en los cincuenta, a Pedrito Rico y a Lola Beltrán. También en esos años conectó con muchos cantaores: "Los cubanos tenemos la misma manera de sentir que los gitanos, se trata de músicos muy arraigados con la tierra cuyos cantos suenan como un lamento".

"Negar la importancia de 'Lágrimas Negras' sería como querer tapar el sol con un dedo"
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Han pasado casi cinco años desde que El Cigala grabó Lágrimas negras con el legendario pianista Bebo Valdés, tiempo suficiente para asimilar el éxito que supuso el disco en el que se fusionaban el flamenco y los ritmos caribeños. El cantaor achaca su fama a "la gracia de Dios, el tesón y el trabajo", elementos con los que también se piensa arropar en su nuevo disco. "Negar la importancia de Lágrimas Negras sería como querer tapar el sol con un dedo, pero había llegado el momento de avanzar un paso más", cuenta.

Dos lágrimas nació en Tijuana (México), donde El Cigala se rencontró con Tata Güines para tocar ante miles de personas el pasado mes de febrero. Allí cerraron el trato de lo que se fraguó en La Habana, donde dice Diego El Cigala que, escuchando a los maestros del feeling, llora de emoción. Ellos le hacen sentir la rítmica del bolero. "Como flamenco me siento realizado, si hubiera percibido que los ritmos cubanos perjudicaban a mi cante me hubiera retirado, pero tengo la impresión de que se trata de un nuevo campo para mí". En Cuba (rodeado de Rubalcaba, Changuito, Tata Güines, el también percusionista Sabu Prorrinas, Diego Morao a la guitarra y Yelsi Heredia al contrabajo) seleccionó los temas del nuevo disco, que es, a todos los efectos, la segunda parte de Lágrimas negras.

Grabaron poco después en los estudios Cata de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de Madrid y, desde la producción a la selección de los temas, todo lleva el sello íntegro del cantaor. "Como músico, supone un avance y un aprendizaje nuevo aunque tenga una continuidad con Lágrimas negras", cuenta El Cigala. Entre el repertorio elegido mandan los sentimientos apasionados de boleros, chachachás, coplas, cuplés y tangos que, en su momento, popularizaron o compusieron artistas como Armando Manzanero, Olga Guillot, Antonio Molina o Rafael de León. El día que nací yo, Dos gardenias, Compasión, Si te contara, Bravo, Dos cruces, Te extraño, María de la O y hasta una versión de Caruso de Lucio Dalla suenan ya en la gira. En total, 11 canciones cuya presentación está prevista hoy en Madrid y el jueves en el festival La Mar de Músicas de Cartagena. Ayer, el cantaor suspendió su actuación en Valencia por enfermedad.

Diego El Cigala.
Diego El Cigala.MANUEL ESCALERA

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