Brasil entra en la órbita del español
El Instituto Cervantes contará a finales de año con ocho centros en el país, cuatro de los cuales fueron inaugurados ayer por el príncipe de Asturias
Los brasileños son conscientes de que están rodeados por todas partes por países que hablan español. El Mercosur, aunque le cuesta aún arrancar, será cada vez más una realidad bien concreta. Se habla de la hipótesis de una moneda única para América Latina y una libre circulación de las fronteras, al modo de los países de la Unión Europea.
En este contexto, no es de extrañar que Brasil vaya a ser el país con mayor presencia del Instituto Cervantes en el mundo. Además de los tres centros ya en funciones, los de São Paulo, Río de Janeiro y Salvador de Bahía, este último inaugurado a primeros de este año, serán abiertos este 2007 nuevos centros en Brasilia, la capital del país, Curitiba, Belo Horizonte, Florianópolis y Recife. Ayer el príncipe de Asturias inauguró los nuevos Cervantes de Brasilia, Curitiba, Porto Alegre y Salvador de Bahía, al mismo tiempo que anunció los nuevos centros que serán creados este año en Belo Horizonte, Florianópolis y Recife.
Las escuelas estarán obligadas a partir de 2010 a ofrecer clases de español a los alumnos que lo soliciten
"Esta expansión de los Cervantes en Brasil hace justicia a las dimensiones del país y a la fiebre de español que se advierte entre sus ciudadanos", afirma el director del Cervantes de Río de Janeiro, Francisco Corral. Para Juan Manuel Casado, director del Instituto Cervantes de São Paulo y de otros cuatro más, la inauguración de los nuevos centros del Cervantes en Brasil es la demostración "que hemos pasado del mundo de las buenas intenciones, a una realidad tangible, la de una ayuda real y concreta al gobierno de este país, en la difusión de la lengua y de la cultura española e hispanoamericana".
Los diferentes Cervantes, una institución joven, creada en 1991, como un ente oficial, sin fines de lucro, bajo la égida del Ministerio de Asuntos Exteriores, tienen como finalidad en general promover la enseñanza de la lengua, difundir la cultura de los países hispanoparlantes y la de participar a la promoción de intercambios culturales en todo el mundo. Sin embargo, después, en cada país, cada una de esas instituciones, generalmente recibidas con aplauso por el mundo de la cultura, manifiestan particularidades propias.
En Brasil, ambas dimensiones, la de la enseñanza de la lengua y la cultural son muy importantes. La de la lengua es evidente, sobre todo si se tiene en cuenta que España es hoy el segundo país extranjero del mundo que más invierte en el país y que las empresas españolas necesitan personal que domine el español. Sin contar que, según la nueva ley aprobada en 2005, las escuelas estarán obligadas a partir del 2010 a ofrecer clases de español a los alumnos que lo soliciten, que son la enorme mayoría. Hoy el español es ya la lengua extranjera más hablada después del inglés. Los líderes políticos y culturales del país son conscientes de ello. De hecho, todos ellos dominan ya el español.
La importancia, por otra parte, subrayada por Casado, de la difusión de la cultura española y latinoamericana en Brasil, se debe al hecho de que los brasileños, un tiempo volcados sobre todo en la cultura norteamericana, hoy están descubriendo con enorme simpatía, la cultura no sólo española sino de sus vecinos latinoamericanos.
Brasil está además descubriendo la importancia de las relaciones con España como puente cultural con los otros países de Europa y, a través de España, con los otros países de lengua española, función a la que están destinados los diferentes Institutos Cervantes que se van desparramando por el país y que enseguida se quedan pequeños ante la fuerte demanda tanto en el aspecto cultural como en el del aprendizaje y perfeccionamiento de la lengua española.
Según Corral, el Cervantes de Río se ha hecho enseguida chico y pronto abrirá sus puertas una nueva sede mucho más amplia. En este Cervantes además de cursos de español se van ofrecer cursos de catalán, gallego y vasco. Lo mismo le está ocurriendo a São Paulo, donde la demanda de español es enorme, según afirma Casado que acaba de firmar un acuerdo para la apertura de dos nuevos centros en la ciudad para la enseñanza del español. En Salvador de Bahía, apenas abierto, el nuevo Cervantes, por cierto ubicado en uno de los lugares más bellos de la ciudad, cuenta ya con una demanda grande, como afirma su director, Luis Moratinos. El Cervantes de Bahía va a estar muy centrado en la difusión de la cultura como el de Río.
Los Cervantes colaboran activamente con la Asociación Nacional de Hispanistas, organizando conjuntamente simposios y conferencias y con la Asociación Nacional de Profesores de Español, muy bien organizada en todo el país. Hoy España es siempre noticia en Brasil y los analistas políticos insisten en que Brasil debería seguir la lección de los Pactos de la Moncloa de España para conseguir una mayor estabilidad política y un mayor desarrollo cultural y económico.
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