Pánico en Japón
Un fuerte terremoto provoca una fuga de agua radiactiva, nueve muertos y 900 heridos
Japón vivió ayer una auténtica jornada de pánico al sufrir dos fuertes terremotos y sus sucesivas réplicas. El primero de los seísmos, de magnitud 6,8 en la escala Richter, provocó por la mañana una fuga de agua radiactiva en la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la mayor instalación atómica del mundo.
El temblor sembró el pánico en la región de Niigata, cercana al epicentro, y situada a unos 250 kilómetros al noroeste de Tokio. Siete personas murieron y más de 800 resultaron heridas al derrumbarse sus viviendas. El segundo terremoto, de magnitud 6,6, sacudió hacia las once de la noche, hora local, las costas de Kioto, al sur.
El agua radiactiva se vertió al mar del Este y, según la eléctrica propietaria de la central, la fuga no causará daños medioambientales. El primer ministro, Shinzo Abe, visitó ayer mismo las zonas más dañadas.
