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Reportaje:

"Casi no podemos aceptar más tutelas de discapacitados"

La fundación Futubide cumple 15 años de ayuda a personas con retraso

La fundación Gorabide acaba de cumplir 15 años en apoyo a los discapacitados intelectuales en Vizcaya El aniversario ha sido aprovechado para difundir su actividad y buscar más apoyos económicos a una fundación creada por las cuatro asociaciones que trabajan con las personas que sufren retraso mental: Gorabide, Aspace, Apnavi y Uribe Costa.

Mikel de Barrón es el gerente de la fundación, que, con la efemérides, ha cambiado su nombre para llamarse Futubide. "Nos diferenciamos de las asociaciones en que éstas dan servicios residenciales o de tiempo libre a las familias de los discapacitados, y nosotros ejercemos la tutela cuando se quedan sin familia por diferentes motivos".

Futubide, cuya web es www.futubide.org, cubre así una carencia que tenían las personas con retraso mental. "No tenemos residencias ni centros de día, ni médicos. Gestionamos que todos los servicios lleguen", explica. "Es cómo si fuéramos padres de familia de 70 personas y nos encargamos de que tengan cubiertas todas sus necesidades".

La fundación tiene tutelados a un total de 70 discapacitados y está pendiente de las sentencias de tres casos

Hasta 1983, la legislación no permitía esta función tutora, que estaba reservada a personas físicas. Para prestarla, se requiere una sentencia judicial que certifique la incapacidad. Posteriormente, el juez, quien siempre intenta que esta labor recaiga en un familiar, debe determinar que el tutor sea la fundación. "Tras estos pasos, se debate en el consejo de la fundación, que decide si podemos aceptar las tutelas".

Futubide tiene ahora la mayor cifra de discapacitados tutelados, 70 personas, y está pendiente de las sentencias judiciales de otros tres casos. Pero está al límite de su capacidad. "Casi no podemos aceptar más. Podríamos acoger diez más, como mucho, con los ingresos que tenemos ahora". El presupuesto para 2007 es de 320.000 euros, de los que el 80% procede del rendimiento del patrimonio de Futubide (alquiler de inmuebles e inversiones financieras). "El resto son ayudas de la BBK, la Fundación Víctor Tapia y, de manera muy testimonial, del Gobierno y la Diputación de Vizcaya", afirma el gerente.

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Barrón afirma que están manteniendo contactos con el Departamento de Acción Social de la Diputación para alcanzar acuerdos de financiación. La institución foral tiene el Instituto Tutelar, que atiende a 500 personas. "Podríamos retirarle carga de trabajo", asegura Barrón, quien recuerda la amplia demanda de tutela en la discapacidad intelectual. "Tenemos controladas unas 270 familias con hijos con retraso mental y cuyos padres o cuidadores tienen más de 70 años".

Futubide tiene, además, la figura de los delegados tutelares, que apoyan a una sola persona y realizan acompañamientos y les acogen en sus casas en navidades y la época veraniega. "Tenemos 40, pero el objetivo es que sean 70, tantos como tutelados". Otro servicio es la tutela testamentaria: un acuerdo con una familia en vida para que la fundación se haga cargo de sus hijos si fallecen los padres.

Mikel de Barrón recalca que, "aunque no tengamos obligación", una empresa externa realiza una auditoría anual, a la que se añade la de la Fundación Lealtad, que fiscaliza a las ONGs. A estos controles se suma la presentación anual a los juzgados de los patrimonios de cada persona tutelada y la auditoria que la empresa externa realiza al azar a cuatro o cinco de ellos. "Para nosotros es muy importante transmitir la transparencia", señala.

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