El magnate lord Black se enfrenta a la cárcel por fraude contable
Conrad Black, antiguo presidente ejecutivo y propietario mayoritario de Hollinger International, escuchó ayer el veredicto del jurado por los abusos que cometió al frente de la compañía en detrimento de los inversores. El magnate de origen canadiense, de 62 años, fue considerado culpable de tres cargos por fraude contable y uno por obstrucción de la justicia, por los que podría pasar el resto de su vida entre rejas.
El juicio arrancó el pasado 20 de marzo, fruto de una demanda presentada en noviembre de 2004 por las autoridades reguladoras en EE UU, en la que acusaban a Lord Black de haber creado una trama fraudulenta para utilizar los activos de la compañía en beneficio propio, en lo que se calificó como una cleptocracia corporativa. El esquema operó entre 1997 y 2003. El magnate utilizó el avión de la empresa para sus vacaciones y gastó decenas de miles de dólares en una fiesta de cumpleaños para su esposa y en cenas personales, según una investigación interna.
Junto a Black, otros ejecutivos del grupo editor del Chicago Sun fueron procesados por apropiarse ilegalmente de un dinero de la empresa que debería haber ido a manos de los accionistas.
El jurado popular, tras 11 días de deliberaciones, consideró al magnate culpable de cuatro de los 13 cargos que se presentaban contra él. El juez que lleva el caso debe dictar ahora la pena, que pueden ser de un máximo de 35 años de cárcel y una multa de un millón de dólares.
Información falsa
El jurado, integrado por nueve mujeres y tres hombres, le exonera de los delitos de fraude por transferencia electrónica, crimen organizado y otros cargos presentados por el fiscal Patrick Fitzgerald en 2005. Los ex vicepresidentes John Boultbee y Peter Atkinson, y el abogado Mark Kipnis fueron considerados culpables también por tres delitos de fraude postal como Lord Black, una figura legal equivalente al fraude contable, pero no por obstrucción a la justicia.
Black se vio obligado a dejar el puesto de consejero delegado de Hollinger en noviembre de 2003 tras revelarse que estuvo dando información falsa a los inversores sobre el estado real de las cuentas de la compañía. Dejó la presidencia dos meses después. El empresario, que en ese momento controlaba el 78% del capital de la compañía a través del holding Ravelston, se metía así en la vergonzosa lista de grandes ejecutivos estadounidenses protagonistas de la era de los escándalos corporativos que siguieron al colapso de Enron y WorldCom.
La reina Isabel II de Inglaterra concedió a Black en 2001 el título de Lord, por lo que tuvo que renunciar a la nacionalidad canadiense y asumir la británica. El grupo Hollinger era a comienzos de la década de los noventa el mayor editor de periódicos del mundo, con 500 publicaciones entre las que destacaban, junto al Chicago Sun: el National Post de Toronto, el Daily Telegraph londinense o el Jerusalem Post.
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