Castells quiere que el PSC sea el "partido central del catalanismo"
Los sectores más catalanistas del partido defienden renovar el discurso
Los socialistas catalanes andan buscando cómo renovar su discurso cuando falta un año para el congreso del PSC. Con este fin comenzó a trabajar ayer la Convención para el Futuro, que engloba a los sectores más catalanistas del partido con Antoni Castells y Raimon Obiols al frente. Para Castells, el PSC sólo triunfará si se convierte en el "partido central del catalanismo" y añade mensaje a su política de gestión.
"Si no somos el partido central del catalanismo no seremos el movimiento social mayoritario en Cataluña", dijo un Castells que insistió en convertir el PSC en un bloque central a imagen y semejanza del pal de paller que Jordi Pujol veía en Convergència i Unió. Pero para lograrlo, dijo el también consejero de Economía, "se ha de saber a dónde se va, no basta con la buena gestión". No hubo referencias a la política basada en la gestión que está impulsando José Montilla al frente de la Generalitat, pero Castells sí vaticinó qué puede pasar si la izquierda no redobla sus esfuerzos para encabezar las demandas sociales: "Podemos convertirnos en una carcasa vacía".
La abstención es, a juicio de los participantes en la Convención, el mal a hacer frente. El ex primer secretario del partido, Raimon Obiols, identificó siete áreas en las que hacer hincapié para motivar al electorado dormido: precariedad laboral, cultura de la paz, medio ambiente, igualdad de la mujer, política migratoria, laicismo del Estado y reforma de la política.
La de ayer fue la primera sesión de la convención en la que, además de los sectores más catalanistas del PSC, participan miembros de Ciutadans pel Canvi o de la Plataforma Montilla President, como José Luis López Bulla. Todos insisten en que no quieren cuestionar la actual dirección del PSC, que ayer estuvo representada por el viceprimer secretario, Miquel Iceta.
CiU y la unidad de acción
Convergència i Unió intentó ayer rentabilizar al máximo su acuerdo para llevar adelante la ley de puesta en marcha de la Agencia Tributaria catalana. En un intento de continuar en medio del debate político, los nacionalistas de Artur Mas pidieron mantener el mismo espíritu "de unidad" para lograr la rápida descentralización de los aeropuertos. Los nacionalistas están dolidos con el presidente de la Generalitat, José Montilla, porque consideran que fue demasiado brusco en sus respuestas a Artur Mas durante la sesión de control del Parlament celebrada horas después del acuerdo entre CiU y el tripartito. Por esta razón, Felip Puig pidió ayer a Montilla que no "obstaculice" la descentralización de los aeropuertos.
El consejero de Economía, Antoni Castells, recordó a CiU que el acuerdo sobre la Agencia Tributaria es un pacto "con el presidente Montilla", con lo que juzgó de "falta de respeto hacia el presidente" las acusaciones de obstaculización vertidas por los nacionalistas. Eso sí, Castells confió en que CiU mantenga su voluntad de consenso sobre los aeropuertos.
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