Interior y Rabat refuerzan la Operación Paso del Estrecho por la amenaza de Al Qaeda

El Ministerio del Interior ha movilizado a 13.000 agentes para controlar el tránsito de tres millones de personas entre España y Marruecos este verano. No serán los únicos que vigilen a los magrebíes residentes en Europa que van y vuelven a su país. La alerta antiterrorista decretada por el Gobierno de Rabat y la información trasladada por éste a las autoridades españolas han provocado el diseño de una operación conjunta entre ambos países -a la que se sumará la agencia europea de fronteras Frontex- para evitar la entrada de terroristas de Al Qaeda en la Península.

El próximo sábado será el primer día importante de la Operación Paso del Estrecho, que comenzó el 15 de junio y se prologará hasta el 15 de septiembre. Entre ambas fechas, 150.000 personas cruzarán desde España hacia África y otras 150.000 desde África hacia España. La cifra representa un 6% más que en 2006.

Sin embargo, no será ese ligero aumento de viajeros lo que provocará este año el refuerzo de los controles policiales a ambos lados del Estrecho. Las autoridades de Marruecos han trasladado a las españolas informaciones que alertan de la supuesta intención de terroristas vinculados a Al Qaeda de entrar en Europa confundidos entre la masa de retornados. Los distintos diseños de las tarjetas de residencia en los países del Espacio Schengen y la obligada brevedad de los controles de seguridad para no bloquear el enorme flujo de vehículos -se esperan 730.000 coches entre la ida y la vuelta- suponen una ocasión propicia para quienes intenten pasar inadvertidos. El riesgo de que lo consigan será mayor los días 30 y 31 de agosto y 1 de septiembre, cuando la afluencia de retornados alcanzará el máximo.

El control policial es ya evidente en las ciudades del norte de Marruecos donde desembarcan los inmigrantes. En las calles de Tánger y de Castillejos (junto a la frontera de Ceuta) los agentes paran a los vehículos extranjeros, solicitan la documentación a los viandantes, registran bolsas y mochilas... Del lado español, la vigilancia es todavía moderada y se centra en los puertos de desembarco de los magrebíes: Algeciras, Ceuta, Málaga, Almería, Melilla, Tarifa y Alicante.

El contingente habitual de las fuerzas de seguridad españolas ha sido reforzado con especialistas caninos, submarinistas, agentes de la Comisaría General de Extranjería y miembros de la Brigada Central de respuesta contra la inmigración clandestina.

Como ya sucedió el año pasado, agentes españoles cruzarán a Marruecos para ayudar a las fuerzas de seguridad de aquel país en las labores de identificación y control. Y, a la inversa, agentes marroquíes trabajarán con sus colegas españoles a este lado del Estrecho.

Al operativo se sumarán en agosto varios países de la Unión Europea, a través de la agencia de control de fronteras, Frontex. Este organismo ha habilitado un presupuesto de un millón de euros para la operación, a la que ha denominado Pandora, y en la que está prevista la participación de patrullas aéreas en Algeciras, Almería y Alicante.