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Crítica:XI FESTIVAL DE JAZZ PALAU DE LA MÚSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Nuevo noneto

A principios de octubre Lee Konitz cumplirá ochenta años. Irreductible inconformista hasta la médula, sigue encabezando aventuras de todo pelaje: multiplicando encuentros con los solistas más diversos, dirigiendo un cuarteto de cuerdas y este noneto. A finales de los setenta ya montó uno, con solistas de prestigio. Pero este nuevo noneto no tiene nada que ver con aquel. La instrumentación, los temas y arreglos son diferentes y se integra por músicos muy jóvenes, casi desconocidos. Además, la temática está basada en composiciones propias o en colaboración con su novel discípulo, el saxo tenor y compositor Ohad Talmor, que también es responsable de las orquestaciones (un aspecto que no practica Konitz). Tras más de sesenta años de carrera, es uno de los saxos altos más originales que ha dado el jazz. El principal y más heterodoxo discípulo de la escuela del pianista Lennie Tristano encontró pronto su propia vía, en un momento en que la influencia de Parker era absolutamente dominante. La pureza de su pequeña sonoridad sin vibrato marcó a toda una generación de saxos blancos, de estilo cool. Pero Konitz no ha cejado de trabajar su timbre, dándole mayor corporeidad, sin dejar de ser de una distintiva belleza. Y de tocar millones de veces los mismos estándares, que reelabora armónicamente siempre de forma diferente y admirable, sin ningún cliché. Lo demostró en The Song Is You. Uno de los grandes improvisadores que ha dado el jazz y quizá -como decía el añorado Traberg- su último romántico.

Lee Konitz Nonet

Lee Konitz Nonet Lee Konitz (saxo alto), Ohad Talmor (saxo tenor), Russ Johnson (trompeta), Jacob Garchik (trombón), Denis Lee (clarinete bajo), Greg Hefferna (violonchelo), André Fandes (guitarra), Matt Pavolka (contrabajo), Dan Weiss (batería). Sala Rodrigo, Palau de la Música de Valencia. Viernes, 6 de julio 2007.

Esta aventura coyuntural, pues su obra está constantemente en permanente construcción, posiblemente no sea la más memorable. Los temas y las orquestaciones son desiguales. Warmer in Heaven es de Talmor, que también colabora en Vallz y la Blues Suite está inspirada en líneas de blues de la obra de Konitz. No está clara la función del clarinete bajo y el violonchelo. Aunque siempre le ha gustado confrontarse con la energía e ideas que aportan los solistas jóvenes, algunos están aún en fase de desarrollo. Es de agradecer que tocaran sin amplificación. Y, sobre todo, ese maravilloso sonido de su saxo alto y sus improvisaciones, de excepcional riqueza y diáfana construcción. Sólo por eso ya valía la pena este concierto. Ojalá tengamos más ocasiones de escuchar a este gran músico de jazz.

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