Zapatero: "La exigencia del PP es insólita"

A José Luis Rodríguez Zapatero no le correspondía ayer intervenir en el Pleno porque era el turno de los grupos parlamentarios. Pero nada más finalizar compareció en el escritorio del Congreso para expresar su perplejidad por la actitud del PP al centrar en el terrorismo el debate más importante de la legislatura. "Resulta insólito que un grupo de oposición, en un país democrático, haga sólo oposición con la política antiterrorista. ¿Alguien se imagina que el líder del partido conservador británico hubiera pedido a Tony Blair las actas del diálogo con el IRA? Es inimaginable".

Zapatero subrayó que el uso del terrorismo como arma de oposición, como ha hecho el PP en este debate, "nunca había pasado", y confió en que "no vuelva a pasar jamás, sea quien sea quien esté en la oposición y quien esté en el Gobierno".

El presidente, al que el PP ha acusado reiteradamente de romper los consensos de la Transición, le devolvió ayer esa acusación al recordar que "en la larga lucha de la democracia frente a la violencia, la constante ha sido la unidad, no utilizar el terrorismo y ayudar". "Ésa fue la norma desde la Transición democrática", destacó.

Recordó también que ésa ha sido su norma de conducta desde que fue elegido secretario general del PSOE, en 2000, y cómo ofreció ese apoyo al entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, en el primer debate de estado de la nación que mantuvo con él. "Aprendí de la Transición que no se usa el terrorismo en la lucha política, que hay que apoyar al Gobierno en la lucha contra el terrorismo, y que esa tarea es un proyecto de la democracia, no de uno u otro Gobierno, porque el ataque es a todos, es a la democracia".

Pese a la actitud del PP, Zapatero terminó con una apelación a la unidad de todos los partidos ante la nueva amenaza de ETA, patente tras su comunicado del 5 de junio y sus dos recientes intentos fallidos de atentado.

El presidente respondió asimismo a las críticas de "electoralismo" e "improvisación" con que ha sido acogida su decisión de subvencionar a las familias con 2.500 euros por cada nuevo hijo. La medida ha levantado gran expectación, con 20.000 llamadas registradas en el Ministerio de Administraciones Públicas interesándose por ella.

Negó improvisación y situó la decisión en la política de su Gobierno de "apoyo a la familia", precedida por la ampliación de los derechos de maternidad y paternidad; el aumento de la inversión para garantizar la educación infantil; el aumento en un 40% de la deducción por hijos en el IRPF y la Ley de Dependencia.