Conde-Pumpido propone a Carceller fiscal jefe de Castellón

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, propuso ayer el nombramiento de Javier Carceller como fiscal jefe de Castellón. La Junta de Fiscales estuvo reunida toda la tarde de ayer con cinco puntos del orden del día. Poco después de las 20.00 se conocía que el que fuera fiscal del caso Maeso será previsiblemente nombrado fiscal jefe de Castellón. Carceller le ganó la batalla a José Luis Cuesta, destinado en Menores en Castellón.

Carceller será el sustituto de Javier Arias. La plaza no es nueva para él, Carceller nació en Valencia hace 47 años y acumula 22 años de carrera. Uno de sus destinos fue Castellón. Javier Carceller se instalará en la recién estrenada Ciudad de la Justicia, muy alejada de la Audiencia que él conoció y tendrá que lidiar con asuntos que entonces ni siquiera se adivinaban. Es miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), se define como un profesional del ministerio público, alejado de intereses partidistas y pegado a la letra y el espíritu de la ley. Dejará atrás la coordinación del área de Medio Ambiente, a la que prácticamente dio forma él hace varios años, y será difícil que pueda separarse del caso que le ha tenido en vilo durante ocho años y casi uno y medio sentado en el estrado: el contagio del virus de la hepatitis C. Esta vez, después de haber optado a la fiscalía superior de Albacete, Carceller sí ha logrado hueco. Como contrincante, aunque al principio se presentaron cinco, sólo José Luis Cuesta, fiscal destinado en Menores en Castellón. Ayer logró cada uno seis votos y fue el voto de calidad de Conde-Pumpido el que inclinó la balanza.

El relevo de Javier Arias se producirá cinco años después de que éste llegara a la jefatura y después de que protagonizara varias polémicas actuaciones y declaraciones. Arias fue apartado del caso Fabra después de que él mismo decidiera representar al ministerio público en el procedimiento. Arias participó en los primeros interrogatorios del caso que se significaron por la acritud con la que trató a Vicente Vilar, el empresario que acusó al presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, de cobrarle cantidades millonarias a cambio de favores políticos. Carceller es consciente de las tensiones que han existido y pretende con el diálogo y la ley lograr un funcionamiento tranquilo, lógico, en el que sabe que el urbanismo, el medio ambiente y la corrupción se le van a presentar a menudo.