"En el Calderón nunca caminé solo"

Aunque el cielo lucía azul y el sol caía a plomo, la afición del Atlético recordará la jornada de ayer como uno de los días más fatídicos en sus 104 años de historia. A las diez y media de la mañana, Fernando Torres se despidió de su equipo de toda la vida. A las cuatro de la tarde, hora española, fue presentado en Anfield, arropado por el entrenador del Liverpool, Rafa Benítez. "Tranquilos, que el tiempo lo cura todo", consoló Torres a los hinchas rojiblancos. Sus palabras, las habituales para endulzar las relaciones amorosas que se van a pique, no tuvieron el efecto deseado. "El club está por encima de los individuos", insistió.

"¡No te vayas, Fernando!", "¡Te queremos!", "¡Torres sí, directiva no!", se desgañitaban un centenar de seguidores, jaleados a golpe de claxon por los coches que circulaban por la M-30. La grada lloraba la ida de su gran referente. Se quedaba sin El Niño. Sin el capitán rojiblanco, el único jugador que seguía en la plantilla desde su estreno hace siete años. "Me he dejado la vida por el equipo, y ésta era una oferta difícil de rechazar. Por eso le pedí al Atlético que la escuchara. Mi marcha al Liverpool beneficia a todos", expuso en su partida.

"Espero volver algún día, cuando el club esté a la altura que se merece", dijo el 'nueve' de Anfield

El punta se incorporará a la disciplina de los 'reds' el miércoles de la semana que viene

"El Atlético te comprende y te deja partir", intervino el presidente de la entidad. Enrique Cerezo insistió en que las puertas del club del Manzanares estarán abiertas, esperando la vuelta del delantero de 23 años, que firmó por seis temporadas. "No es un adiós, es un hasta luego. El Atlético es mi familia. Espero volver algún día, cuando el club esté a la altura que se merece". Torres asumió la responsabilidad del traspaso, lo que más preocupaba en los despachos del Calderón.

"Esté donde esté, mi corazón será siempre rojiblanco", concluyó el jugador saliente, en el único momento en que pareció no controlar la emoción. Luego, pendiente del reloj, voló hacia Inglaterra. Allí le esperaba Benítez, con una camiseta del cuadro inglés y la bufanda con el emblema You'll never walk alone. "Nunca caminé solo en el Calderón", adujo Torres, que se negó a ponerse la camiseta, la de la próxima temporada del Atlético, que de repente le ofreció Cerezo. Más tarde, el presidente reconoció que habían destinado "el 80%" de los 36 millones de euros del traspaso a cuentas pendientes con Hacienda.

Torres se incorporará a la disciplina de los reds el próximo miércoles, día 11, dos después de que el Atlético vuelva al tajo. El pase a Europa pasa por la Intertoto. "Si me voy no es por no habernos clasificado para la UEFA. Me he dejado la vida por el Atlético", argumentó el nueve del Liverpool. En declaraciones en la web del grupo de la ribera del Mersey, The Kid se regocijó por "estar en un club grande" y "aspirar a títulos". Aunque su corazón sea rojiblanco, Torres enseguida supo cómo ganarse a los gerifaltes de The Kop, la grada más carismática de Anfield. "Mis hermanos mayores me hablaban mucho de Keegan y Rush", celebró.