Cañizares cree que hay un laicismo "más o menos oficial, radical e ideológico"

Antonio Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Toledo, fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia junto con la investigadora Nora Volkow. Cañizares, nacido en Utiel, aseguró poco antes del acto que la Iglesia nunca se ha opuesto a una Educación para la Ciudadanía, pero sí a que a no se respete el derecho a la libertad religiosa. Cañizares habló de los peligros del laicismo "más o menos oficial, radical e ideológico", al que calificó de "gran drama de nuestro tiempo".

"No nos oponemos a la Educación para la Ciudadanía, sino a su desarrollo en la ley"

El arzobispo de Toledo Antonio Cañizares, afirmó ayer en el Palacio de Congresos de Valencia que la Conferencia Episcopal está contra el "desarrollo" de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, no de la materia en sí. Cañizares explicó que lo que critica es el desarrollo de la asignatura en la ley, que no respeta el derecho "fundamental e inalienable" de los padres de elegir para sus hijos la formación religiosa y moral que quieran para sus hijos.

El cardenal aseguró que la institución religiosa ha repetido en diferentes ocasiones que "es conveniente, deseable y, a mi parecer, necesaria" una materia que estudie la Constitución, las instituciones, la participación ciudadana, que ayude a los alumnos a que se comporten como deben en una sociedad civilizada y que se imparta una urbanidad de la que actualmente se carece. Cañizares añadió que es necesario transformar radicalmente la legislación para favorecer una educación que "realmente respete a los padres". Explicó que el Estado no puede imponer una formación moral obligatoria a todos los ciudadanos, ya que según Cañizares, "contradice al 80% de las familias", que desean una formación católica para sus hijos.

Poco antes de entrar al acto de celebración de su investidura como doctor honoris causa, Cañizares definió a la educación en el amor, la caridad, el valor de la persona y la dignidad inviolable de la persona querida y creada por Dios como "la mejor educación para la ciudadanía para vivir en convivencia".

Ya en el salón de actos, el nuevo doctor pronunció un discurso en el que recalcó los peligros del "alarmante laicismo" que afecta a la sociedad europea, en general, y a la española, en particular, que conduce al hombre a la soledad y a la ruptura de la unión entre fe y razón.

Cañizares se mostró agradecido por recibir el nombramiento en Valencia y a cargo de la Universidad Cardenal Herrera Oria-CEU, un centro religioso, que busca la verdad y a Dios.

Al acto asistieron Juan Cotino, vicepresidente tercero de la Generalitat, el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

En torno a 800 personas acudieron al acto, que también celebró el nombramiento como doctora honoris causa de la investigadora Nora Volkow, directora de Instituto Nacional de Drogas de Estados Unidos. Volkow, experta en adicciones, criticó que actualmente los médicos no reciban aún la misma formación para tratar y prevenir drogodependencias que para problemas cancerígenos o cardíacos. En su discurso resumió las consecuencias devastadoras de las drogas, legales e ilegales, que afectan al cerebro en lo relacionado con la motivación y el control de las emociones. Subrayó que el enfermo no elige ser adicto, sino que influyen otros factores externos.

La investigadora explicó que las adicciones no están consideradas como una enfermedad y muchas no reciben el tratamiento adecuado. Esto provoca la impotencia y la soledad de las familias. Puso como ejemplo su propia historia personal, cuando recordó emocionada la muerte de su abuelo, que se suicidó por no poder evitar su abuso con el alcohol. Volkow aseguró entre lágrimas que su madre le ocultó la causa del fallecimiento por vergüenza.