El horario lectivo que el Consell asigna a Religión cuadruplica el de Educación para la Ciudadanía

El horario lectivo asignado por la Generalitat Valenciana a la asignatura de Religión -una materia que no es obligatoria ni puntuable- es de 405 horas en total desde que un alumno se inicia en el sistema educativo obligatorio en 1º curso de Primaria con 6 años hasta el final de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) con 16, según se desprende de la orden que regula los horarios del próximo curso 2007-08 impulsada por la Consejería de Educación. La cifra prácticamente cuadruplica las 122,5 establecidas para la formación en Educación para la Ciudadanía, una materia de nuevo cuño introducida por los socialistas en la Ley Orgánica de Educación (LOE) que debería entrar en vigor en septiembre, pese al debate sobre el supuesto "adoctrinamiento" que denuncian el PP y la Conferencia Episcopal.

La Comunidad Valenciana siguiendo las directrices adoptadas en La Rioja por todas las comunidades autónomas del PP retrasará un año la implantación de la materia de Ciudadanía, recurriendo al vericueto legal de calzarla en 2º curso de ESO -y no en 1º curso o en 3º- que son los dos cursos de Secundaria que la LOE obliga a aplicar en septiembre.

Aunque, más allá de esta maniobra dilatoria -"más política que pedagógica", según denunció ayer Miguel Á. Vera de CC OO- el sindicato advierte de que la decisión de la Generalitat de "otorgar a la materia de Religión hasta 2 horas semanales en la ESO, frente a la hora que como mínimo establece la Ley supone recortes en el horario de asignaturas optativas como Tecnología (que pierde 2 horas semanales) o materias instrumentales (Matemáticas o Lenguas Oficiales) claves en una formación científico-tecnológica, frente a la preferencia escolástica, medieval y doctrinal del PP", remató.

Pero además del sesgo -más "político e ideológico, que pedagógico"- la medida impulsada desde la Generalitat "tendrá un impacto negativo sobre las plantillas docentes de Tecnología", coincide Miguel Bel Piso, del CSIF. Bel subraya que "afectará a uno de cada cuatro profesores que imparten Tecnología en un instituto tipo"; es decir, que "se suprimirán o desplazarán al menos 200 puestos de trabajo de esta especialidad del total de 1.200 que imparten Tecnología". Y, "no los 40 o 50 que sostiene la Administración educativa", remata el CSIF.

En esta cadena de "distorsiones en la formación optativa" -coinciden ambos- aparece truncada por la mitad la continuidad educativa de los alumnos de 1ª y 3ª de ESO que optaban por la Tecnología y ahora "tendrán que comprimir el temario de una materia fundamental en todas las ramas de la FP (excepto la sociosanitaria) y en las ingenierías industriales", remata Bel.