Tenso aniversario del accidente del metro

La herida abierta en Valencia con el accidente de metro del 3 de julio de 2006, en el que 43 personas perdieron la vida y 47 resultaron heridas, no tiene aspecto de cicatrizar. La cosa quedó clara en las conmemoraciones del aniversario de los dos últimos días. La primera, organizada el lunes por el Ayuntamiento de Valencia, resultó insólita: apenas acudió una veintena de heridos y familiares de fallecidos, que abuchearon a la alcaldesa Rita Barberá, a tres consejeros de la Generalitat -el presidente Francisco Camps no acudió- y al arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco al grito de "fuera", "queremos respuestas" y "todos a la cárcel".

La polémica se disparó al saberse que algunos de los familiares no habían sido invitados. Pero el malestar venía de antes. El siniestro más grave en la historia del metro en España se cerró políticamente sin una sola dimisión y sin la asunción de fallos en materia de seguridad. A pesar de ello, el Gobierno valenciano instaló semanas después las balizas de frenado que, previsiblemente, hubieran parado el convoy con el que el conductor Joaquín Pardo tomó aquella mañana la curva del accidente a 80 kilómetros por hora, el doble de lo permitido. Judicialmente, el caso fue archivado después de las Fallas y reabierto dos semanas después de las elecciones.

La Asociación de Víctimas 3 de Julio había pedido, sin éxito, participar en el diseño del homenaje oficial. Cuando el breve responso del lunes concluyó, algunos familiares cubrieron el monumento de piedra, levantado cerca de la estación de Jesús, con mensajes en los que se leía: "No al monolito de la muerte".

La asociación organizó ayer, día del aniversario, su conmemoración. Por la mañana los familiares de las víctimas recorrieron la línea 1 desde Valencia hasta Torrent, donde vivían 21 de los muertos. Por la tarde, oyeron una misa en la catedral y celebraron un concierto de homenaje. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana paró durante tres minutos todos los servicios de metro a la una del mediodía, coincidiendo con la hora a la que se registró el accidente. Las Cortes y el Gobierno valenciano rindieron cinco minutos de silencio a las puertas de las instituciones.