ACM reclama 120 millones y que no se amplíe el puerto para repetir en Valencia

Las negociaciones para que Valencia repita como sede de la Copa del América entraron ayer en la recta decisiva al retener el Alinghi la Jarra de las Cien Guineas, el trofeo que le da los derechos sobre la competición. La ciudad tiene muchos puntos para ser de nuevo la elegida, lo que depende de un acuerdo final entre la empresa organizadora, America's Cup Management (ACM), el Gobierno, el Consell y el Ayuntamiento. ACM reclama para mantener la sede en Valencia una subida del canon hasta los 120 millones de euros y que se replantee la ampliación del puerto, que ve incompatible con la marina deportiva.

La ciudad parte con claras ventajas para retener la organización de la próxima edición

"Valencia ha sido una sede perfecta para esta primera Copa del América y New Zealand ha ayudado porque nadie puede recordar un match tan emocionante. Pensaremos sobre la próxima sede y lo anunciaremos pasado mañana [jueves para el lector], pero ahora toca celebrar". El propietario del Alinghi, el magnate suizo Ernesto Bertarelli, no quiso adelantar más.

Era momento de celebración y de felicitaciones, que le llovieron al equipo ganador de todas partes, muchas con el mensaje de que se quede en la ciudad. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, proclamó la "victoria conjunta" de Alinghi y Valencia, y aprovechó para reiterar su "voluntad de que las negociaciones fructifiquen" para mantener la ciudad como "capital mundial de la vela". En la misma línea, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, pidió trabajar "todos juntos" para "aprovechar" la victoria del sindicato suizo y "poder repetir como sede". El Consell se sumó a la apuesta, con la presencia en el puerto del presidente, Francisco Camps, y parte de su gobierno. A la satisfacción general se unieron, entre otros, la portavoz municipal socialista, Carmen Alborch, y los comisionados de la Copa del Gobierno, Ricard Pérez Casado, y el del Ayuntamiento, José María Gil Suay.

Concluidas las regatas, ahora empieza el día "D más uno", como destacó Pérez Casado, lo que significa que "después del esfuerzo colectivo de todas las instituciones y empresas privadas ahora llega el momento de la verdad", el momento de "rentabilizar el esfuerzo".

Valencia está en una posición inmejorable para capitalizar ese esfuerzo con una nueva edición de la Copa del América, ya que parte con la ventaja de haber satisfecho las expectativas y condiciones de ACM, empresa creada por Bertarelli para organizar las regatas, y ya ha remodelado el puerto para crear una marina deportiva al gusto de los equipos de la competición y de sus necesidades. La intención del empresario suizo de adelantar dos años la próxima edición y celebrarla en 2009 supone otra baza clara en favor de Valencia, ya que apenas hay margen para escoger otra sede y acondicionarla a tiempo para cumplir con ese calendario. El hecho de que el Club Náutico Español firmara ayer con Alinghi el protocolo como primer desafiante para la próxima edición refuerza las aspiraciones de Valencia.

La negociación, sin embargo, no está cerrada, según coincidieron en señalar fuentes de las administraciones implicadas. ACM apuesta por Valencia, pero también ha planteado cambios en las condiciones pactadas para esta edición. Así, la firma organizadora reclama un aumento del canon aportado por el Gobierno, Generalitat y el Ayuntamiento para celebrar la competición de los actuales 90 a 120 millones de euros, según fuentes conocedoras de las conversaciones, a los que ACM sumaría los ingresos de los patrocinadores.

Sin embargo, la demanda de mayor calado para la ciudad se centra en el escollo que suponen para un acuerdo los planes de ampliación del puerto de Valencia. Bertarelli lo avisó ya a mediados de junio al declarar que la proximidad del puerto industrial es "una gran dificultad" de cara al futuro. ACM ve la ampliación incompatible con una apuesta por la marina y el deporte, lo que ha avivado el debate sobre la posibilidad de trasladar ese crecimiento a Sagunto, como han defendido socialistas, EU, vecinos y ecologistas. El PP ha cerrado hasta ahora filas con el puerto en su exigencia de crecer en Valencia, pero ya ha empezado a desmarcarse de posiciones dogmáticas. Sin llegar a renunciar al proyecto, fuentes municipales ven factible que las obras se demoren más allá de 2009, una posibilidad que causa inquietud entre algunos empresarios y en el propio puerto, que sigue a la espera de una declaración de impacto ambiental del ministerio. El Ayuntamiento, además, ha apostado por aumentar el espacio ciudadano frente a la actividad industrial con el concurso de ideas de la marina Juan Carlos I.

Otro factor que incidirá sobre el futuro del puerto es la construcción del circuito urbano de fórmula 1, que también toca la negociación con ACM, ya que las obras afectarán al calendario de la Copa del América.