El juicio por el 11-M se cierra sin resquicio alguno para la conspiración
Cinco meses de vista oral confirman la autoría islamista del atentado
El juicio por el mayor atentado en la historia de España concluyó ayer con los alegatos de los principales procesados, que proclamaron su inocencia. El tribunal ha escuchado cientos de testimonios y analizado cientos de pruebas que confirman las principales conclusiones de la investigación policial y judicial.
El atentado fue cometido por una célula local de islamistas radicales sin ninguna vinculación con ETA. Los explosivos fueron robados gracias al ex minero Suárez Trashorras.
Parte del comando que perpetró los atentados se suicidó en Leganés con los explosivos sobrantes de su ataque. Lo hicieron al sentirse acorralados por la policía, que había llegado hasta el piso tras una intensa investigación de pistas encontradas en el escenario del atentado.
El juicio fue enterrando, con pruebas y testimonios, el bulo de la conspiración, difundido por diversos medios y al que se sumó el PP. Durante tres años, el bulo ha sugerido la participación de ETA, de tramas policiales o de servicios secretos en el atentado.
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