_
_
_
_

Aznar acusa a Zapatero de mirar para otro lado mientras ETA se rearmaba

"Presume de una etérea paz futura mientras entrega la libertad", señala

Carlos E. Cué

Unas pocas horas antes de que comience el debate sobre el estado de la nación, el ex presidente José María Aznar irrumpió ayer en la política nacional para acusar a José Luis Rodríguez Zapatero -sin nombrarlo- de "cerrar los ojos y mirar para otro lado" mientras ETA utilizaba su "tregua parcial", que no alto el fuego, para rearmarse. Aznar, acompañado de Mario Vargas Llosa, animó a luchar contra esta y otras "mentiras" de la izquierda.

El campus de verano de FAES, la fundación del PP que dirige Aznar, se convierte cada año en centro de debate ideológico de la derecha española. De hecho, una conferencia se titula Neoconservadurismo y la nueva Europa. Ayer quedó inaugurado en Navacerrada (Madrid) con un homenaje al periodista y ensayista francés Jean-François Revel, fallecido el año pasado. Aznar y Vargas Llosa utilizaron el legado de este liberal para criticar a la izquierda contemporánea, especialmente la latinoamericana y la europea.

Vargas Llosa, que definió a Revel como "republicano ateo, defensor del laicismo y anticlerical", esto es, bastante alejado de las tesis del PP, hizo un análisis más general -"la ideología de la izquierda suele impresionar por su furiosa irrealidad"-. Aznar, más directo, trató de aplicar las ideas del francés a la política española.

Partiendo de una frase de Revel,"la primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira", y de su denuncia contra "la utilización del lenguaje para ocultar la realidad", el ex presidente se lanzó contra la política antiterrorista de Zapatero.

"Esa manipulación del lenguaje sirve para denominar proceso de paz a la negociación política con unos terroristas, definir como alto el fuego permanente lo que sólo es una tregua parcial utilizada por una banda para rearmarse, presumir de verificación de ese supuesto alto el fuego cuando lo que se ha hecho realmente es cerrar los ojos y mirar para otro lado. Sirve para hablar de normalización política cuando se trabaja en la ruptura de la Constitución, para hablar de territorialidad cuando se planea la secesión. Es el vergonzoso método de ocultación que consiste en presumir de una etérea paz futura mientras se entrega a plazos la libertad presente", clamó.

Aznar se comparó con el intelectual francés, que luchó "toda su vida contra esta mentira y contra la ceguera voluntaria de aquella parte de la sociedad que no se atreve a plantar cara a esa mentira".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Aznar sostuvo así que el Gobierno dejó que ETA se rearmara sin hacer nada para impedirlo. Sin embargo, los datos de los terroristas detenidos durante las dos últimas treguas de la banda, la declarada mientras él gobernaba (1998) y la que acaba de concluir, muestran unas cifras de actividad policial antiterrorista muy similar. Tanto en Francia como en España, las diferencias son mínimas (50 detenidos en 1999 y 40 en 2006).

El ex presidente amplió su ataque de fondo contra la política antiterrorista del Gobierno socialista. De hecho, el campus de FAES tiene un curso específico, titulado La democracia frente al terrorismo, en el que, según Aznar, la fundación "analizará la amenaza del terrorismo con la voluntad de que no sea demasiado tarde para plantarle cara y derrotarle". Una y otra vez insistió sobre la idea de que Zapatero, a quien nunca nombró aunque hablaba claramente de él, "no es capaz de plantar cara al terrorismo con la determinación de derrotarlo".

El presidente de FAES también insistió en su visión pesimista de Occidente, criticó lo políticamente correcto y el relativismo -como hizo el papa Ratzinger-, reprochó a la izquierda que no criticara los crímenes soviéticos, reclamó llamar a las cosas por su nombre y reivindicó a tres líderes que, en su opinión, lo hicieron: Ronald Reagan, Margaret Thatcher y Juan Pablo II. Y de nuevo citó a Revel: "Los persas de Herodoto pensaban que todo el mundo se equivocaba menos ellos. Nosotros, occidentales modernos, no estamos lejos de pensar que todo el mundo tiene razón menos nosotros. Eso no es el desarrollo del espíritu crítico, es su abandono total".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_