Como balas perdidas
Se proclamó en 2004 que la mejor canción pop rock de todos los tiempos es Like a rolling stone, de Bob Dylan. Habla de una chica que vestía elegante y arrojaba monedas a los pobres. Termina, por su mala cabeza, sola y sin hogar, "como un canto rodado". Like a rolling stone es, en inglés, una frase hecha. Quiere decir algo así como que uno es un bala perdida. "Ten cuidado, muñeca, te la vas a pegar", dice la primera estrofa de la canción.
Dylan escribió Like a rolling stone en 1965. Apenas habían pasado 20 años del final de la peor guerra mundial y nada era ya como prometieron en 1945 que iba a ser. "La princesa en el campanario y toda la gente guapa...".
A Dylan no le gustaba lo que veía en 1965: un mundo otra vez roto y jodido. Tampoco a los Rolling Stones, que aquel mismo año lanzaron el himno de sus himnos, (I can't get no) Satisfaction. Es la segunda en la lista de las mejores canciones pop rock. Su famoso riff central lo grabó Keith Richards una noche de insomnio en un casete casero. "En la cinta puedes escuchar cómo dejo la guitarra en el suelo y el resto son mis ronquidos", explicó años más tarde.
La letra, de Mick Jagger, habla de América y carga contra la publicidad y la televisión que llamamos ahora basura porque todo ha ido a peor. "Lo he intentado, e intentado, e intentado, pero no puedo conseguir ninguna satisfacción", cantaron anoche, otra vez, los Stones, tan rotundos como hace 42 años.
También cantaron a orillas del Manzanares, como en 1982, otra de sus composiciones símbolo: Paint it black. "Píntalo de negro. Veo una puerta roja y la quiero pintada de negro. Veo dentro de mí y veo que mi corazón es negro". La compusieron en 1966: escupitajos contra quienes rompieron los sueños de la generación Dylan, Jagger, Lennon, Joan Báez...
Por cierto: en el número tres de las mejores canciones está el anatema de toda esa generación: Imagine, de John Lennon, y en el ocho Hey Jude, de The Beatles. Es la vigencia del triunvirato Dylan-Stones-Beatles, todos con más de 60 años. A Dylan le acaban de conceder en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. John Lennon da nombre a un paseo en Madrid, cerca del Retiro. Lo inauguró Tierno Galván en 1981 con un largo discurso sobre las bondades del beatle asesinado un año antes. El mítico alcalde se empeñó en cambiarle a Lennon el apellido, Lenox para acá, Lenox para allá, ante el regocijo de miles de jóvenes que acudieron al festejo.
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