Miliband, el laborista emergente

Gordon Brown puso ayer a un cachorro con aspiraciones al frente del Foreign Office. David Miliband, de 41 años, es el más joven jefe de la diplomacia británica desde que lo fuera David Owen en 1977, con 38 años. Miliband, que ha forjado su carrera al lado de Tony Blair, ha sorteado siempre con habilidad los enfrentamientos entre los dos pesos pesados del laborismo, quizás ayudado por el hecho de que su hermano menor, Ed, que desde ayer está también en el Gabinete como ministro del Cabinet Office (algo así como ministro de la Presidencia), se ha formado junto a Gordon Brown. Desde que llegó al Parlamento en 2001, David Miliband ha tenido una carrera fulgurante que le permitió entrar en el Gabinete tras las elecciones de 2005 y ascender a ministro de Medio Ambiente hace 13 meses. En los últimos meses, los blairistas le han presionado en público y en privado para que retara a Brown por el liderazgo del partido. Pero, convencido de que el reto dividiría al partido y quizás haría descarrilar su carrera, nunca dio señales de estar interesado.

Hijo de una familia judía polaca que huyó de Polonia a Bélgica y luego al Reino Unido, su padre es el escritor marxista Ralph Miliband. Pero David cambió pronto sus iniciales coqueteos izquierdistas por el Nuevo Laborismo.

Sus orígenes judíos no pasarán inadvertidos en el mundo árabe, pero le permiten criticar a Israel -como ya hizo el verano pasado durante la invasión de Líbano- sin ser acusado de antisemita. Su trabajo en Medio Ambiente le ayuda a profundizar en la línea impuesta por su antecesora, Margaret Beckett, de incluir el cambio climático en la agenda diplomática. Es partidario, como Brown, de retirarse lo antes posible de Irak, pero sólo cuando lo permita la situación sobre el terreno. La política europea no parece que vaya a cambiar: educada frialdad.