La entrada de inmigrantes irregulares baja mientras sube por primera vez la de extranjeros con papeles
El año pasado se alcanzó un punto de inflexión en los flujos migratorios que recibe España: por primera vez, descendió el número de inmigrantes irregulares y aumentó el de inmigrantes regulares. Los datos del padrón municipal de 2007 confirman la tendencia. Ésta es una de las conclusiones recogidas en el informe anual Inmigración y mercado de trabajo, elaborado por el antropólogo social Miguel Pajares y la Fundación Jaume Bofill basándose en los datos del Observatorio Permanente de la Inmigración.
El libro analiza la evolución de la población inmigrante en el mercado laboral durante 2006, año posterior a la regularización de 600.000 sin papeles que se hallaban trabajando ilegalmente en el país. Aquél fue el mayor proceso de regularización realizado en España y recibió fuertes críticas del PP. De ahí que la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, manifestara ayer que "todos los tópicos de intenciones indisimulables acaban por perder cualquier atisbo de credibilidad cuando se constata que entre 1995 y 2006 el mercado laboral ha incorporado más de siete millones de empleos".
Rumí subrayó que, según las conclusiones del trabajo, tras la regularización ha crecido la tasa de ocupación, tanto de trabajadores nacionales como extranjero. Es decir, que el proceso de 2005 "no ha mermado ni los salarios ni las oportunidades de empleo de los trabajadores españoles".
No es la única conclusión favorable del trabajo respecto a la regularización. Por ejemplo, el incremento de afiliados a la Seguridad en 2006 fue mayor al que se venía produciendo en años anteriores al proceso. Además, la tasa de desempleo ha continuado bajando, tanto para los españoles como para los extranjeros: un 12% para los inmigrantes y un 8% para el conjunto de la población en 2006. Ese descenso es, según el Ministerio de Trabajo, la demostración palpable de que el mercado laboral ha absorbido la nueva inmigración de ese año sin perjuicio para el empleo de la población española.
Otra conclusión: los efectos del proceso de regularización se pueden evaluar desde el punto de vista del incremento de residentes extranjeros (282.876, la mitad que en años anteriores) y desde el de la evolución del empleo (el incremento de los afiliados a la Seguridad Social es mayor al que se produjo en los años anteriores a la regularización).
El estudio muestra también que, de los 1,9 millones de extranjeros afiliados a la Seguridad Social, el proceso de 2005 benefició especialmente a las mujeres, que pasaron de representar el 36,4% al 39,7%.
El autor del trabajo, Miguel Pajares, declaró que los salarios en España crecen, aunque no lo hace el salario medio porque "aumenta la proporción de trabajadores en los sectores con salarios más bajos".
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