Imaz matiza al 'lehendakari' y opina que el tripartito vale para el Gobierno hasta 2009
El PNV y EA polemizan sobre sus relaciones en vísperas de reunirse con EB en Guipúzcoa
El PNV y EA polemizaron ayer sobre la idoneidad del tripartito gobernar las principales instituciones vascas. En plenas negociaciones para aplicar la fórmula en la Diputación de Guipúzcoa, el presidente peneuvista, Josu Jon Imaz, puso en cuestión su validez en muchos municipios y territorios, como sigue defendiendo el lehendakari Ibarretxe, y la limitó el Gobierno vasco y hasta el final de la legislatura. Rafa Larreina, secretario de Organización de EA, discrepó con Imaz y sostuvo que la alianza PNV-EA-EB es "mucho más" que una operación "matemática" para gobernar.
El PNV no puede disimular las posturas discrepantes que existen en su seno sobre la nueva política de alianzas y las relaciones con sus socios del tripartito. Imaz, sin enmendar completamente la plana a Ibarretxe, matizó ayer la defensa que la víspera hizo el lehendakari de esta fórmula de gobierno para más allá de 2009, fecha en la que termina el mandato del Gobierno. El presidente del PNV admitió que el tripartito es válido para el Ejecutivo durante los dos próximos años, pero lo consideró insuficiente para lograr mayorías en otras instituciones.
Ibarretxe e Imaz encarnan ahora mismo dos corrientes divergentes sobre la formación de pactos de gobierno. El primero sigue apostando firmemente por la "columna vertebral" formada por el PNV, EA y EB, mientras que el segundo sostiene que "cada instrumento vale para lo que vale". Imaz opinó en Radio Euskadi que los partidos no pueden pretender trasladar el tripartito "hasta el último rincón del país", cuando la ciudadanía se ha decantado por otras opciones. Es el caso de la Diputación de Álava, donde el PNV, EA y EB-Aralar sólo suman 18 de los 51 escaños de las Juntas. En su opinión, en algunas diputaciones y ayuntamientos se pueden introducir "matices".
En Guipúzcoa, en cambio, los números sí dan la mayoría suficiente al tripartito. Las tres formaciones se reúnen hoy por primera vez en este territorio, pese a las malas relaciones existentes entre EA y EB tras la decisión del partido de Javier Madrazo de apoyar el pasado viernes a la socialista Rafaela Romero como presidenta de las Juntas.
Joseba Egibar, líder del PNV en esta provincia y alineado con las tesis del lehendakari, insiste en su apuesta por el tripartito a pesar de todo. Defiende la alianza con EA y EB como el "cauce central" de la sociedad vasca, y se resiste a entablar conversaciones -sólo han tenido dos encuentros informales- con el PSE, el partido ganador en las pasadas elecciones.
El candidato socialista a diputado genera, Miguel Buen, pidió a Ibarretxe que "no interfiera en el proceso de negociación para conformar la próxima Diputación de Guipúzcoa y sea más respetuoso con el ámbito foral, en el que poco tiene que decir". Rodolfo Ares, portavoz del PSE, opinó que Ibarretxe "debe ser el único que no se ha enterado de la crisis del tripartito, puesta en evidencia por los propios partidos que lo integran". Buen aseguró que ha ofrecido a EA formar un gobierno paritario "por un elemental sentido de la responsabilidad con la sociedad guipuzcoana", aunque da de plazo hasta este domingo para recibir una respuesta de Iñaki Galdos, presidente de EA en Guipúzcoa.
En este partido continúan las desavenencias internas. La línea oficial, que antes de las elecciones apostó por la ruptura de la coalición electoral, se erige ahora en la más firme defensora del tripartito. Larreina afirmó, en contra de la opinión de Imaz, que esta alianza no es "una simple fórmula matemática de gobierno", sino que va "mucho más lejos". Supone, dijo, "una apuesta por la soberanía", que no caduca en 2009, "como parece plantear Imaz".
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