El ex juez Pérez Escolar cumple 10 años de lamentos
Se cumplían ayer 10 años de un acontecimiento que ya es habitual en las juntas del Banco Santander, la intervención de Rafael Pérez Escolar. El abogado y ex juez, condenado por su implicación en el caso Banesto, tomó estas juntas como foco de desahogo de sus cuitas con la justicia y con los responsables del Santander, que fue el banco que compró la entidad tras su intervención por el Banco de España en 1993.
Pérez Escolar siempre ha considerado que su condena de cuatro años, aunque no llegó a pisar la cárcel por su avanzada edad, no fue justa y ha tenido la tribuna democrática de una junta de accionistas para lanzar sus diatribas. A lo largo de los años le han acompañado varios abogados de verbo fácil, cuyos nombres ya son tan familiares para los habituales a la junta (Antonio Panea, Javier Sotos, Camilo Soler...) como inefectivos sus mensajes. Ayer no fue menos. La junta cumple un día especial para Pérez Escolar en los 10 años de lamentos.
En los primeros años, Botín no podía disimular su enfado. Algunos consejeros, incluso, se ausentaban de sus puestos. Pero la costumbre ha obligado a vivir con estas intervenciones y ya no causan mucha sorpresa. Ahora, Botín, que sabe que tiene a todo el personal entregado, trastea el asunto con poderío, interrumpe las intervenciones cuando se pasan de grado y las corta sin más si se alargan demasiado. Por si fuera poco, recuerda antes de comenzar el turno de ruegos y preguntas el pasado delictivo de Pérez Escolar.
Ahora, al abogado y a los suyos no les queda otro recurso que situarse detrás de las sillas destinadas a la prensa para hacer oír sus lamentos y sus improperios, que los hay.
En la junta de ayer, al menos, pudieron comprobar que había otros accionistas que también se quejaban. No fueron tan incisivos como ellos, pero Botín no recibió precisamente alabanzas en las 13 intervenciones que hubo (incluidas las del grupo de Pérez escolar). Las críticas procedieron de los jubilados, que pedían una remuneración de 100 acciones como los trabajadores en activos por el 150 aniversario de la entidad (por cierto no lo consiguieron), hasta algunos representantes de asociaciones.
Cambio de nombre
Botín logró el respaldo de la junta para que el Banco Santander volviera a denominarse así (Banco Santander S A). Emilio Botín -ante el presidente regional en funciones, Miguel Ángel Revilla; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y otras autoridades locales y autonómicas- es un enamorado de su tierra y daba oficialmente el nombre que, en realidad, nunca perdió tras la fusión con el Centralhispano y que ahora difunde por el mundo junto al color rojo corporativo que ayer, con ligeras excepciones (por ejemplo la del ex gobernador del Banco de España y ahora consejero de la entidad, Luis Ángel Rojo), llevaban todos los empleados de corbata.
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