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La Copa del América estrecha los lazos entre Valencia y Suiza

Barberá dedicará una calle al país alpino para poner el reloj que donó la presidenta helvética

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y la presidenta de Suiza, Micheline Calmy-Rey, destacaron ayer en el pistoletazo de salida de la Copa del América los estrechos vínculos que se han estrechado entre la ciudad y el país helvético a raíz de la competición náutica. Si la presidenta regaló a la ciudad un reloj suizo, la alcaldesa prometió dedicar a aquel país una calle para colocarlo allí.

La alcaldesa destacó ayer la "cooperación entre la ciudad y Suiza", y expresó su "gratitud" hacia su presidenta. Para la primera edil, fue "un honor" recibir el relojo, como "muestra de un vínculo que se inició el 26 de noviembre del año 2003 y que se ha ido estrechando e intensificando hasta llegar a estos días emocionantes de la competición final", aseveró.

La alcaldesa se expresó en estos términos después de recibir el reloj de la mano de la presidenta de Suiza, quien resaltó "la importante presencia de una comunidad suiza en Valencia" y "los numerosos nexos de unión", entre su país y esta ciudad, "como por ejemplo la América's Cup".

Respecto al reloj, "típico de las estaciones de tren suizas", Barberá anunció que "presidirá un nuevo enclave de la ciudad, de esta Valencia del siglo XXI", remarcó, en una nueva calle situada junto al antiguo cauce del río Turia, "río de cultura, medio ambiente, naturaleza y felicidad", dijo, y "en un nuevo barrio incluido en el Plan de Actuación Integrada (PAI) de Moreras, junto al barrio de Nazaret". Así, "esta preciosa joya", que se ubicará en una vía que se llamará avenida de Suiza, formará "parte del callejero de la ciudad como homenaje de agradecimiento de Valencia hacia quienes han elegido este puerto y este mar Mediterráneo, mar de cultura y civilización, como suyo".

Tras los discursos, ambas dirigentes entraron en el interior de Icono, una cruz transitable compuesta por cinco contenedores para el transporte marítimo rojos y blancos -de más de 20 toneladas cada uno- que simbolizan la identidad suiza y los cinco continentes. Icono cuenta con diversas pantallas en su interior que muestran imágenes y ofrecen información del país helvético.

A la recepción organizada por la presidenta de Suiza también asistieron el ministro de Administraciones públicas, Jordi Sevilla, y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Y junto a la alcaldesa, explicaron que las tres administraciones apostaron por la victoria del Alinghi y por la continuidad de Valencia como sede de la próxima Copa del América.

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Sevilla manifestó que "durante mucho tiempo, Suiza ha formado parte del imaginario de los españoles como destino de emigración para trabajar, mejorar, aprender y ganar dinero que traer a España, pero también", añadió el ministro, "como ejemplo de una democracia consolidada y tranquila, capaz de combinar el respeto a la diferencia y a las minorías con la unidad y la identidad del colectivo de la nación".

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