Cada loco con su túnel
Todos los partidos con concejales en el Ayuntamiento barcelonés han cambiado de postura respecto al túnel del AVE
Érase una vez un partido que proponía construir un túnel para el tren de alta velocidad. Hasta ahí la narración afecta a todos los partidos que tienen representación en el Ayuntamiento de Barcelona. Y también a los que tienen diputados en el Parlament, porque Ciutadans, no podía ser menos, tiene su propia teoría repecto al túnel de la línea de alta velocidad. La característica general de todas estas propuestas es que sea diferente a la de los demás (esto es imprescindible) y, además, que sea diferente al proyecto que se defendía antes (se exceptúa a Ciutadans, que carece de antes).
Éstas son las tesis que cada partido defiende ahora respecto al túnel, con alguna referencia al pasado.
- Los socialistas. Defienden que el túnel salga desde Sants por la calle de Provença y luego vaya hasta la de Mallorca por Diagonal. Con ello, en ningún momento pasa bajo ningún edificio. Han pasado de reclamar la estación de paseo de Gràcia a considerar que no tiene carácter de urgencia y puede esperar sin mayores consecuencias. En el pasado defendió primero el túnel submarino por el litoral y más tarde que el túnel pasara siempre bajo la calle de Provença.
- Iniciativa. Al principio tenía bandera blanca en este asunto porque su tesis era que no había que hacer el AVE. Había bastante, decía su entonces portavoz, Joan Boada, con un tren pendular que alcanzara los 250 kilómetros por hora y que costaba una quinta parte de lo que ha supuesto el AVE. Proponía invertir lo ahorrado en Cercanías. Ahora asume el proyecto existente porque fue el pactado en su día, entre otros, por sus alcaldes en el área metropolitana.
- Convergència i Unió. Su primer proyecto fue siempre la línea a través del Vallès. El tren no pasaba ni por el aeropuerto ni por Sants y la estación principal se situaba entre Sant Cugat y Rubí, junto a la línea de Ferrocarrils de la Generalitat. Entraba en Sagrera desde Montcada y volvía a salir por el mismo lugar. Aceptó el paso por el aeropuerto y que llegara a Sants, pero no que siguiera por el litoral. Frente a este proyecto se alineó con el PP en defensa del túnel bajo la calle de Aragó, primero, y luego bajo la de Provença. Ahora defiende de nuevo el litoral, pero acepta el trazado por el interior a condición de que se mantenga la estación en paseo de Gràcia que Fomento aplaza (lo que en la práctica equivale a descartarla).
- Partido Popular. Hoy defiende a machamartillo el proyecto del paso por el litoral. En su día fue el principal enemigo de este proyecto. El proyecto del PP, coincidente con el de los técnicos ferroviarios de Fomento, era que el tren no pasara por el aeropuerto ni por el litoral. Desde Cornellà tenía que ir directamente a Sants y luego hasta Sagrera por el túnel existente de Aragó, pasando los cercanías al nuevo túnel que se construiría bajo las calles de Proveça y Mallorca. Más tarde aceptó la tesis muncipal de mantener los cercanías en Aragó y dedicar el nuevo túnel al AVE, manteniendo la estación en paseo de Gràcia.
- Esquerra Republicana. En el pasado no había mantenido una postura clara respecto al túnel. Se sumaba siempre a los proyectos que defendía el gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. En estas últimas elecciones ha planteado una nueva hipótesis: que el tren de alta velocidad pase bajo la calle de Aragó con dos posibilidades. Una es que se amplíe el actual túnel de Aragó de forma que admita el paso tanto del AVE como de los cercanías. La segunda es que se construya un segundo túnel por debajo del actual.
- Ciutadans. La última propuesta es la de Ciutadans. Este partido defiende un trazado diferente. El túnel de AVE saldría de Sants bajo la avenida de Roma y luego, bajo la calle de València, alcanzaría la Diagonal para ir hasta Glòries. Desde ahí seguiría los trazados ferroviarios ya existentes.
Una de las primeras propuestas de la oposición será, según sus diversos representantes, proponer un moción en la que se rechace el trazado actualmente aprobado. Las tres formaciones que defienden ese rechazo coinciden en la negativa, pero discrepan en todo lo demás. Pueden sumar hasta 23 votos frente a los 18 de socialistas e Iniciativa, pero difícilmnete podrán ir más allá. Eso, al margen de que está por ver si una moción de este tipo tendría valor ejecutivo por dos motivos. El primero, que el trazado aprobado lo ha sido cumpliendo todos los preceptos legales. Ha sido repetidamente expuesto a información pública y quienes han discrepado han podido presentar alegaciones; algunas han sido estimadas y otras no. Pero el Ministerio de Fomento, responsable último de las obras, sostiene que en el proceso se ha cargado de razones antes de tomar la decisión definitiva.
Conversos
Hace unos días, Joan Rigol, presidente del patronato de la Sagrada Familia, defensor de templos supuestamente amenazados y ex consejero del Gobierno catalán, defendía en un debate que todo el mundo ha cambiado de postura en este asunto. Para él, eso era un mérito incuestionable: una vez caídos (como Saulo) del caballo, y contemplada la verdad, no cabía otra cosa que defender el nuevo credo. El problema es que los supuestos inmovilistas también cambiaron en su día de propuesta. De modo que ser converso no tiene especial valor en este caso porque, salvo el caso de Ciutadans, que vienen de la nada, el resto de partidos tiene siempre un pasado en el que defendían lo contrario.
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