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60 minutos bastan... si está Naomi

La fiesta inaugural de la fase final de la Copa del América sucumbe ante la presencia de la modelo

Para beber en la Copa del América hay que esperar cuatro años. Tan largo plazo de abstinencia acaba en fiestas multitudinarias con champán francés, tules transparentes para ellas y esmóquines negros para ellos. Antes, cuando todo era más elitista, John F. Kennedy cenaba con los protagonistas de este trofeo de vela. Ahora, presidentes, reyes y ministros se suben al barco de su país, y en las vísperas se organizan fiestas en los que intentan dejar huella.

En este largo proceso de la Copa del América, abrió fuego en abril Prada, con fiesta en el mercado central de Valencia. El dueño de Prada, Maurizio Bertelli, y la actriz Demi Moore, ejercieron de figuras centrales, rodeados de mucho medio pelo y de mucha media pela. En mayo le tocó el turno a la fiesta de Louis Vuitton. Cerca de 1.600 personas en la Cartuja de El Puig, edificio histórico transformado con césped traído de Extremadura.

El jueves la tercera y última fiesta corrió a cargo de la organización de la Copa del América. Otra vez más de un millar de invitados, pero los ojos de todos ellos se fueron detrás de la modelo Naomi Campbell. Ni Adriana Karembeu, ni las nacionales Nieves Álvarez o Judith Mascó eran competencia. Los trabajos comunitarios en Nueva York le han sentado bien a la Campbell, que lució lo estrictamente necesario de cintura para arriba: un tul marrón anudado a un cuello rodeado de brillantes. A las diez hizo su entrada en el escenario de la fiesta acompañada de un guardaespaldas tipo armario tres cuerpos con pinganillo en la oreja.

Campbell bailó casi todo el tiempo con las mismas -ningún hombre osó franquear la barrera del armario-, entre ellas Kirsty, la mujer del dueño del barco Alinghi, el multimillonario Ernesto Bertarelli. Una hora después, el armario tres cuerpos advirtió a la Campbell que el contrato estaba cumplido, y se fueron.

Pese a la eliminación de los barcos italianos, no faltó el futbolista Cannavaro, el torero Fran Rivera, Julio Iglesias Jr., el actor Juanjo Puigcorbé, y cientos de famosillos, pero desde la fuga de la Campbell ni la música ni la gastronomía, ni siquiera los ojos de Ornella Mutti, brillaron igual.

Naomi Campbell baila entre una amiga y Kirsty de Bertarelli.
Naomi Campbell baila entre una amiga y Kirsty de Bertarelli.J. M.
A la izquierda, la modelo Adriana Karembeu; a la derecha, el torero Francisco Rivera.
A la izquierda, la modelo Adriana Karembeu; a la derecha, el torero Francisco Rivera.ASSOCIATED PRESS / REUTERS

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