El búnker de las pensiones
La Seguridad Social abre un centro donde almacena copias de seguridad de sus documentos
Altas y bajas en la Seguridad Social, tiempo cotizado, pensiones de jubilación o viudedad, recaudación,... datos y más datos, y así un millón cada hora corren y se almacenan en los ordenadores de la Seguridad Social. Información básica en la vida laboral de los ciudadanos, información que genera derechos. Así que el organismo público ha decidido ponerla a buen recaudo ante catástrofes naturales o atentados terroristas. Para ello ha creado el Centro de Respaldo, "una instalación de alta seguridad en la que se guarda copia de todos los datos registrados", según afirman sus responsables.
En la creación de este centro, cuya ubicación es secreta, la Administración ha invertido casi 12 millones y unas 100.000 horas de trabajo. Allí se almacena una copia de la información de los afiliados a la seguridad social de forma simultánea a la que se registra en las oficinas de la Gerencia Informática, en el barrio madrileño de Orcasitas.
El objetivo es preservar los registros en caso de catástrofe natural o atentado
"Desde el 11 de septiembre hay una sensibilidad especial para la protección de la información", declara Eladio Quintanilla, gerente de informática de la Seguridad Social. El proyecto nació hace cuatro años, y ahora está plenamente operativo.
A primera vista, nadie pensaría que estas instalaciones están destinadas a asumir las funciones del centro de Orcasitas en caso de que lo sacudiera una catástrofe (un terremoto, un incendio o un atentado terrorista) y le obligara a detener su actividad total o parcialmente. No presenta diferencias respecto a otros edificios oficiales: frío y funcional. En la entrada, las medidas de seguridad tienen un poco de aeroportuarias.
Ubicado en un pueblo cercano a Madrid (a unos 40 minutos en automóvil), el Centro de Respaldo ocupa unos 2.000 metros cuadrados donde trabajan habitualmente unas 30 personas. Las medidas de seguridad (extintores, mangueras, alarmas, puertas antiincendio) crecen al aproximarse al cerebro de las instalaciones: una sala de 800 metros cuadrados que alberga superordenadores que en conjunto pueden almacenar casi 400.000 gigabytes.
En caso de emergencia, hay un equipo de 50 personas preparadas para poner en marcha el centro en unas seis horas que trabajaría en una sala de ordenadores personales. Una sala donde reina el silencio y que guarda en papel todos los protocolos de seguridad: una habitación de contrastes.
¿Y qué pasaría si caen los dos centros al mismo tiempo? ¿Se perderían los datos? ¿Dejaría de funcionar la Seguridad Social? ¿Hay un tercer centro? El máximo responsable del organismo, el secretario de Estado, Octavio Granado, encoge los hombros y contesta riendo: "No comment".
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