Guerra Garrido recoge sus mejores siete narraciones del género negro traducidas al euskera
Bajo el título Jende iluna ("Gente oscura"), la editorial Bermingham acaba de reunir en un libro siete cuentos de Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935) traducidos por primera vez al euskera y seleccionados por su propio autor, quien los considera sus mejores relatos de género negro. La antología arranca con el cuento Con tortura, el texto con el que ganó el premio Ciudad de San Sebastián en 1968 y con el que inició su carrera literaria. El volumen continúa con Crimen perfecto en la Semana Negra y otros cinco relatos que el escritor incluyó en su novela La Gran Vía es New York (2004), aunque antes tuvieron su vida autónoma.
El libro tiene su origen en unas jornadas organizadas hace dos años en el Centro Cultural Koldo Mitxelena de San Sebastian sobre la figura y la obra de Guerra Garrido. Esos encuentros se enmarcan en un programa dedicado a narradores vascos que iniciaron su andadura en los años 60, según recordó ayer su director, Félix Maraña, durante la presentación de Jende iluna.
La existencia de estas jornadas y la traducción de obras al euskera suponen una oportunidad para "cohesionar un país que tiene una cultura tan variopinta, dispersa y heteróclita", afirmó Guerra Garrido. Para el novelista madrileño afincado en San Sebastián, la publicación de sus textos a la lengua vasca significa "una declaración de amor" a este idioma. Un amor que, según ha dicho en más de una ocasión, "es independiente, y debería serlo, de las trifulcas políticas, pues la lengua no debe utilizarse como un arma de combate".
La traducción de los cuentos ha corrido a cargo de José Luis Padrón y Pello Otxoteko. Ambos reconocieron ayer que ha sido una tarea difícil debido a la "maestría" que Guerra Garrido tiene al escribir.
El escritor, quien ha recibido entre otros el Premio Nadal por Lectura insólita de El Capital (1976) y el Premio Nacional de las Letras (2006) por el conjunto de su obra narrativa, reivindicó las revistas literarias como grandes soportes de los que se nutre la literatura y en los que todavía le sigue gustando publicar. "Suponen esfuerzos personales cargados de idealismos", afirmó. Sin ir más lejos, el último número de la revista Barcarola, editada por el Ayuntamiento de Albacete, publica su "enésima" versión de Con tortura, un texto que le gusta manejar, porque "no ha perdido actualidad tras 40 años". De hecho, desearía publicar una edición con todas las versiones que ha escrito.
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