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El PP arropa a Aguirre en su toma de posesión

Soledad Alcaide

En una abarrotada sede del Gobierno regional, rodeada de autoridades civiles (dos ministros, y numerosos consejeros, concejales y alcaldes), religiosas y militares, Esperanza Aguirre tomó ayer posesión como presidenta de la Comunidad de Madrid e inició entre lágrimas de emoción su segundo mandato.

Es el primer mandatario autonómico que asume el cargo después de las elecciones del pasado 27 de mayo, unos comicios en los que el triunfo arrollador en Madrid fue la baza principal para que los populares pudieran apuntarse la victoria por 160.000 votos sobre el PSOE.

Aguirre dispone de cuatro años más para dictar el destino de una región que cuenta con más de 18.000 millones de euros de presupuesto. Ayer no se dio ni un minuto de respiro. A mediodía, cuando todavía arrastraba la resaca de los dos días de debate de investidura en la Asamblea de Madrid, se rodeó para su toma de posesión de una extensa corte que apenas cabía en la sede regional del Palacio de Correos, en la Puerta del Sol. Desde el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y la de Cultura, Carmen Calvo, al cardenal arzobispo José María Rouco, y el Nuncio, Manuel María Monteiro. También la dirección del PP: Mariano Rajoy, Eduardo Zaplana y Ángel Acebes. Entre los concejales, consejeros y alcaldes destacaban los anteriores presidentes de la Comunidad, Joaquín Leguina (PSOE) y Alberto Ruiz-Gallardón (PP), que se fundió en un marcado abrazo con la presidenta al finalizar ésta su discurso, pese a su ya conocida rivalidad, sobre todo en lo político.

Aguirre prometió por su "honor y conciencia" servir a los madrileños y consideró que aquél era uno de los "momentos más importantes y trascendentes" de su vida política. Hubo muchos agradecimientos. Empezó por el adversario, con un recuerdo para los portavoces de la oposición en su anterior mandato, el socialista Rafael Simancas o los diputados de IU Fausto Fernández y Fernando Marín. Al final, la familia. Con voz entrecortada, aguantando apenas las lágrimas, la presidenta logró dar las gracias a sus padres -"les debo lo mejor que hay en mi personalidad"-, a sus siete hermanos, a sus dos hijos y, sobre todo, a su esposo, Fernando Ramírez de Haro, de quien destacó su "patriotismo". "Para mí, lo más importante", puntualizó.

Aún no se había repuesto de la emoción cuando se encerró, toda la tarde, en su despacho para cerrar el equipo de gobierno que la acompañará esta legislatura. Los cambios serán sobre todo en la estructura: varias consejerías se desdoblan y cambian carteras de manos.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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