El PP fracasa en su segundo intento de que las Cortes investiguen la Oficina Económica de La Moncloa
El Senado rechazó ayer, como hace un mes el Congreso, crear una comisión de investigación sobre las actividades de la Oficina Económica de La Moncloa. Sólo una diferencia de ocho votos evitó que se viviera este verano un espectáculo parlamentario de cuyo tono ayer se pudo apreciar un breve aperitivo. Con la única abstención de Eusko Alkartasuna, la moción fue rechazada por 130 votos a 122. El Gobierno contó con el apoyo crítico de PNV y CiU, cuyo portavoz pidió que dimita el vicepresidente de la CNMV.
El PP consiguió la semana pasada plantear en el Senado lo que ya había perdido en el Congreso. Varios portavoces le afearon esta actitud, que convierte el Senado en una especie de Cámara de casación. Coalición Canaria, que en la Cámara baja votó a favor, cambió en esta ocasión para votar en contra. Sus senadores no tomaron la palabra, por lo que no explicaron su voto. El senador de CC que firmó la petición con el PP para forzar el debate (hace falta que lo pidan dos grupos distintos) no estuvo presente en la votación.
La comisión de investigación no se hará, pero los grupos del Senado ofrecieron ayer jugosos apuntes de lo que hubiera sido su contenido. El portavoz del PP, José Seguí, comenzó por exponer los "asuntos turbios" que en su opinión han "institucionalizado el favoritismo político y económico" desde la oficina del presidente. Seguí denunció las preferencias de La Moncloa entre los pretendientes de la interminable OPA sobre Endesa. También a las supuestas presiones para desestabilizar al presidente del BBVA, y recogió punto por punto las críticas del ex presidente de la CNMV, Manuel Conthe, al Gobierno.
Las revelaciones de Conthe han servido al PP para calificar de "siniestra" a la oficina. Ahora, el PP quiere que vuelva a comparecer, esta vez en el Parlamento Europeo. Ayer, sin embargo, el PP se quejaba de la mala imagen internacional que estos asuntos habían supuesto para los organismos reguladores españoles.
"Traer al Senado una moción derrotada en la Cámara baja afrenta sin precedentes a la dignidad y el decoro del Senado", denunció por su parte el senador socialista Segundo Bru. El senador valenciano utilizó un tono provocador (que logró soliviantar a la bancada del PP) para calificar las supuestas irregularidades de "afirmaciones vagas, dispersas, sin el menor fundamento y que no soportan la mínima carga de la prueba".
El apoyo más crítico que recibió el Gobierno para librarse del trago de la comisión fue de CiU. Su portavoz, Pere Macías, que fue el primero en despejar las dudas sobre el sentido de su voto, afirmó que "la actuación del Gobierno en el caso de la OPA ha sido torpe, negativa y muy desafortunada".
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