Hamás impone el orden en Gaza
La milicia islamista palestina requisa armas y restablece la seguridad en la franja
¿Orden en Gaza? Increíble, pero cierto. El continuo tronar de fusiles y lanzagranadas, el miedo atroz de los ciudadanos metido en el cuerpo, el enclaustrarse en las casas por temor a los delincuentes, es cosa del pasado. Nadie sabe si se trata de un episodio pasajero. Pero, para tirios y troyanos, simpatizantes de Hamás y Al Fatah, no cabe duda alguna: los islamistas han atajado por lo sano el desmadre.
Desmantelados los cuerpos de seguridad leales al presidente palestino Mahmud Abbas, ya nadie se pavonea con su arma por las ciudades de la franja. "Ahora puedo abrir mi tienda hasta las doce de la noche. Y te aseguro que puedes dormir a pierna suelta en la calle", dice satisfecho el comerciante Hanish.
Los 1,5 millones de palestinos de este minúsculo y superpoblado territorio respiran hondo después de semanas de encierro en sus casas en medio de los combates. Toman aire, porque están convencidos de que se avecinan tiempos duros.
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