Enseñar como se enseña
Los licenciados, para dar clase, deben hacer un curso que se llama CAP. En realidad, CAP son las siglas de certificado de aptitud pedagógica, certificado que acredita para dar clases en la enseñanza secundaria. De su calidad y eficacia habla con claridad el hecho de que es un curso difunto. Ya hace años que debería haber sido sustituido por un master (en principio de dos años, pero ahora se dice que de uno solo), aunque los diversos gobiernos (siempre tan atentos a los asuntos de la enseñanza) lo han ido posponiendo. El resultado es que los estudiantes no tienen claro qué pasará el año que viene. Algunos se han dirigido a esta sección para señalar que ninguna de las páginas electrónicas que informan del curso incluyen referencia alguna al curso 2007-2008. Una falta de información que les produce sensación de incertidumbre.
El curso lo organizan tres universidades barcelonesas: la de Barcelona, la Autónoma y la Politécnica. Las tres señalan que, siendo verdad que en las páginas electrónicas no hay ningún tipo de información sobre el futuro, si los estudiantes llaman por teléfono al ICE (Instituto de Ciencias de la Educación) se les da la información que desean. A saber: que todo estará disponible a mediados de julio y que se repetirá la estructura de este año. Es decir: la Universidad de Barcelona ofrece cursos que se siguen los sábados por la mañana y duran todo el curso; la Autónoma, entre semana durante un cuatrimestre, y la UPC, que solamente lo imparte para materias técnicas, también ofrece las clases en fin de semana.
¿Por qué no figura esta información en las páginas electrónicas correspondientes? A nadie se le había ocurrido ya que las tres universidades dan por supuesto que el futuro será como el pasado y creen que los estudiantes aplican el mismo criterio interpretativo.
No lo hacen. Al menos la media docena que llevaron su queja a este diario. Su interpretación es muy diferente. En su opinión, el CAP no sirve para nada, pero como es obligatorio, sus responsables tienen la clientela cautiva, de modo que no necesitan prestarles la más mínima atención. Total, acabarán pasando por las horcas caudinas si quieren trabajar en la enseñanza pública. Naturalmente, los responsables de los ICE discrepan de esta versión, aunque una de las personas que se ocupan de los cursos comentó en privado otra posibilidad: "En realidad, el CAP responde a la mala conciencia de los poderes públicos, que saben que los licenciados no salen preparados para la enseñanza". El lector decidirá quién tiene razón o si todos tienen una parte de ella.
Una profesora de inglés, con el CAP aprobado, narra su experiencia en el curso. La pedagoga les explicó que en Estados Unidos tenía gran éxito un sistema de enseñanza que se llama "tin tichin". Para que no quedaran dudas escribió la expresión en la pizarra. Los licenciados en inglés no entendían nada. Hasta que a uno se le encendió la luz: quería decir team teaching (enseñanza en equipo). Porque la profesora del CAP de didáctica del inglés no sabía inglés. Así se forja la historia.
Para quejas sobre las admnistraciones y empresa públicas dirigirse a catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.
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