Losada defiende la alianza con el BNG en A Coruña como "el reflejo de las urnas"

Javier Losada fue elegido ayer alcalde de A Coruña con los votos del BNG, después de que el partido socialista haya perdido la mayoría absoluta en la ciudad lograda por Francisco Vázquez en 1983. Para Losada, el acuerdo de gobierno con los nacionalistas es el que ofrece "más estabilidad" y el "reflejo de las urnas". El pacto refleja una mayoría amplia (11 concejales socialistas, más seis del BNG, frente a los 10 del PP) y un programa negociado. Henrique Tello, el cabeza de lista del Bloque, renunció a su demanda de una sola tenencia de alcaldía a cambio de una junta de gobierno bipartita.

Fue la primera ciudad gallega que tuvo alcalde nacionalista (Domingos Merino, hoy dirigente del Bloque, 1979-1981). Y el retorno 26 años después de esta ideología política al poder local de A Coruña, gracias al pacto de gobierno alcanzado en el último momento por PSdeG-PSOE y BNG, dio ayer tintes de histórica a la constitución de la nueva corporación municipal en la que el socialista Javier Losada fue reelegido alcalde.

Contó esta vez con los votos de los seis ediles nacionalistas. El regidor justificó la alianza con el Bloque como "el reflejo de la voluntad de las urnas", que dejaron por primera vez en más de dos décadas a los socialistas en minoría en A Coruña. "Sólo servimos los intereses de la ciudad, mis convicciones están intactas", advirtió. Losada insistió en que "han sido los coruñeses quienes han decidido el gobierno que desean" en las elecciones del pasado 27 de mayo, y destacó haber encontrado en el BNG "puntos necesarios para garantizar la estabilidad y la gobernabilidad que en ningún caso" vio en el PP.

Un reconocimiento que emocionó al portavoz nacionalista, Henrique Tello, porque supone, destacó, "un comienzo extraordinario" para esta nueva etapa de gobierno bipartito. No habrá en A Coruña una tenencia de alcaldía única, una posibilidad establecida en el acuerdo marco que suscribieron las direcciones de ambos partidos por la que batalló el Bloque, sino nueve (seis socialistas y tres nacionalistas) que conformarán, con el alcalde, la junta de gobierno por la que deberá, a partir de ahora, pasar todos los asuntos y decisiones, por nimios que sean, que se adopten en el ayuntamiento. Con esta estructura, Losada y Tello lograron superar en la noche del viernes el principal escollo en sus negociaciones y sellar en el último momento su pacto de gobierno.

"Consenso y diálogo"

El reparto de áreas corresponde, aunque con excepciones, al que tienen PSOE y BNG en la Xunta. Los socialistas se quedan con las concejalías de Hacienda, Urbanismo, Infraestructuras, Medio Ambiente, Servicios Sociales, Seguridad, Educación, Fiestas e Institucional. El Bloque consiguió áreas prioritarias como Normalización Lingüística, así como Rehabilitación y Vivienda, además de Empleo, Turismo, Deportes, Juventud, Igualdad y Participación Ciudadana.

"Es un buen pacto para la ciudad" y garantiza un gobierno de coalición "leal, participativo y de unidad de acción", explicó Losada tras la investidura. No obstante, en su discurso que pronunció la mitad en castellano y la otra en gallego, subrayó su voluntad de ser "el alcalde de todos" y emplazó a todas las fuerzas, incluida el PP, a sumarse a la nueva etapa de "consenso y diálogo"

Un llamamiento que se apresuró a rechazar el portavoz popular, Carlos Negreira. "Que se preparen los coruñeses, ya hemos aprendido de dos años de gobierno bipartito en la Xunta", advirtió. A la sesión de ayer, entre la multitud de invitados, estaba, especialmente contento, Domingos Merino. Pero no, su predecesor, el socialista Francisco Vázquez, quien durante los 23 años de alcalde hegemónico de A Coruña se caracterizó por su furibunda oposición al nacionalismo. Ayer, con la entrada del BNG en el nuevo gobierno coruñés, quedó definitivamente enterrado el "vazquismo" que marcó el último cuarto de siglo en la segunda ciudad de Galicia.