Alperi pide a la oposición que no judicialice la vida municipal

Luis Díaz Alperi, del PP, logró ayer su cuarta investidura sucesiva como alcalde de Alicante, merced a la mayoría absoluta obtenida por los populares el pasado 27 de mayo. El regidor, imputado en dos causas judiciales, pidió a la oposición, en este caso el solitario grupo municipal del PSPV, que no judicialice la vida municipal. En el acto de constitución del nuevo Ayuntamiento de Alicante y de su toma de posesión como primer edil, Díaz Alperi ofreció una alocución en tono pausado y moderado donde fue desgranando los puntos de su gestión en el nuevo mandato, pero sin aludir, ni tácita ni implícitamente, a su ya anunciada voluntad de no agotar el mandato.

Díaz Alperi, también diputado en las Cortes Valencianas, pidió lealtad, diálogo y consenso al único grupo de la oposición, el del PSPV -Esquerra Unida ha quedado fuera del Consistorio- para afrontar los grandes temas de la ciudad, pero mantuvo su talante presidencialista y no concedió la palabra a la candidata socialista, Etelvina Andreu.

El alcalde, fiel a su perfil presidencialista, niega la palabra a la socialista Etelvina Andreu

Para Alperi, los grandes retos de su nueva etapa serán la remodelación de la fachada litoral de la ciudad, con el palacio de congresos al norte como proyecto estrella, la estación intermodal de Renfe y desarrollar el polémico plan Rabassa (15.000 viviendas, la mitad protegidas al norte de la ciudad). Alperi volvió a defender el plan como un "modelo de urbanismo sostenible".

El alcalde presentó su nuevo organigrama de gobierno, que incluye una delegación de la presidencia, en manos de su secretaria Sonia Alegría. La primera teniente de alcalde será Sonia Castedo, futura alcaldesa si Alperi consuma la renuncia, y el portavoz del grupo, Andrés Llorens.

Etelvina Andreu lamentó no poder intervenir durante el acto y aseguró que el PSPV hará una oposición "firme y leal", como si estuvieran gobernando. Andreu afirmó que estarán al lado del alcalde "para hacer aquello que beneficie el interés de la ciudad", pero le advirtió de que estarán "férrea y tenazmente en contra" cuando las decisiones perjudiquen a los alicantinos.