El PSC afianza su hegemonía municipal y desplaza a CiU del gobierno de las ciudades
Esquerra incrementa el número de alcaldías gracias a los pactos con fuerzas diversas
La constitución ayer de los 946 ayuntamientos catalanes no deparó grandes sobresaltos porque todos los partidos se apresuraron esta semana a sellar sus pactos para conseguir mayor número de alcaldías. Unos acuerdos que consolidan al PSC como fuerza hegemónica, pues gobernará más del 75% de la población, es decir, las cuatro capitales de provincia (Tarragona tras 18 años en manos de CiU), el conjunto del área metropolitana y 21 capitales de comarca. CiU seguirá siendo la primera fuerza en número de alcaldes (421), aunque ve limitado su poder a las poblaciones medianas y pequeñas. Sus principales plazas son Martorell, Tortosa y Sant Cugat. La extensión de los tripartitos no ha sido tan universal como temía CiU.
El PSC estaba ayer eufórico. Su secretario de organización, José Zaragoza, proclamó que 5,3 millones de catalanes tendrán un alcalde socialista, es decir, el 75% de la población, cuatro puntos más que en los últimos cuatro años.
Los resultados del 27 de mayo y la constitución de los ayuntamientos ayer apuntalan el poder municipal del PSC, con 278 alcaldías. Las cuatro capitales de provincia estarán en sus manos, después de recuperar Tarragona, que CiU le arrebató hace 18 años con una moción de censura. En el área metropolitana son la fuerza hegemónica, menos en El Prat y Molins de Rei, con alcalde de Iniciativa-Esquerra Unida, y en Martorell, de Convergència i Unió. Además, los socialistas gobernarán en 21 comarcas de Cataluña, y otra más compartida con Esquerra Republicana (Móra d'Ebre). En total, los socialistas pasan de 220 alcaldes en 2003 a los 278 conseguidos ayer. "El PSC es la primera fuerza municipalista de largo. Hemos mejorado los resultados de 2003, aunque partíamos de una posición muy buena y en la que no era muy fácil crecer", comentó Zaragoza.
Los socialistas han sido los principales valedores de la extensión del tripartito de izquierdas tras el 27-M. Aunque en algunas poblaciones ha resultado complicada su consecución, debido a las particularidades locales, en otras ayer funcionó a la perfección. Fue el caso, por ejemplo, de Mollerussa, donde el PSC obtuvo la alcaldía con sólo dos de los 13 concejales del municipio. O por ejemplo en Manresa, donde CiU ganó en número de votos pero empató con el PSC en concejales. Otros casos fueron los de Solsona, Borges del Camp, Roses o Tremp.
Convergència i Unió también se erigió como la primera fuerza municipalista porque, según sus cálculos, gobernará en 421 municipios, es decir, el 45% de los ayuntamientos, aunque pierde un centenar respecto a 2003. Pero su presencia institucional va poco a poco en declive por diferentes motivos. Por una parte, el resto de los partidos presentaron en estas elecciones mayor número de candidaturas, unas 400 más respecto a 2003. Por otra, su incapacidad por articular pactos estables. Además de perder Tarragona, ha sido desalojada de Solsona, Cervera, Mollerussa, Roses y Tremp. En cambio, gana otras plazas como Tortosa (con los votos de ERC), tras perderla hace ocho años por culpa de su apoyo al trasvase del Ebro. También las de Figueres, El Vendrell o Banyoles, y en Badalona estará en el equipo de gobierno.
La dirección de CiU, que hasta el lunes no juzgará públicamente los resultados, lamentaba ayer alguno de estos pactos que la han arrinconado de poblaciones donde ganó el 27 de mayo.
Los republicanos, por su parte, han sabido aprovechar su posición de partido bisagra en muchos ayuntamientos, alternando los apoyos entre el PSC (Móra d'Ebre o Borges Blanques) y CiU (Tortosa o La Seu d'Urgell). Esquerra también incrementa su número de alcaldes y pasa de 111 a 150, si bien su poder institucional crecerá todavía más cuando se constituyan las diputaciones de Lleida y Girona, en la que ostentará la presidencia, pese a su mínimo número de representantes, con el apoyo socialista.
Iniciativa, por su parte, pasa de 16 a 25 alcaldías, aunque las que gana son poco significativas. Ha conseguido mantener las de El Prat, Molins de Rei o Cerdanyola, ésta última gracias a los votos de CiU y PP. En Badalona o Sant Feliu pasarán a la oposición.
Los populares sólo logran una alcaldía de capital de comarca, Vielha, donde gobernarán un año y después cederán el testigo a Convergència. Los votos del PP sirvieron para proclamar los alcaldes republicanos de Castelló d'Empúries y Blanes.
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