Paisaje inglés del fin del mundo
Dungeness, un refugio de tranquilidad frente al canal de la Mancha
Un tren en miniatura, dos faros y una playa de guijarros. En medio de la nada, un lugar paradójico donde el viento da la vuelta y brilla una luz única que atrae a cineastas y fotógrafos de moda.
Una reserva natural unida no a una, sino a dos centrales nucleares. ¿Será posible? Lo es. Se llama Dungeness, y está en Kent, al sureste de Inglaterra, sobre el canal de la Mancha, a 35 kilómetros del puerto de Dover. Dungeness no significa lugar final, pero todo aquí remite a la palabra abisal, a un paisaje del fin del mundo.
Ocupa un sitio exacto, pero se llega a él por referencia: entre New Romney, Lydd y Camber. Los mapas y las guías de viaje omiten su nombre bajo el criterio uniforme del turismo moderno: no hay nada que hacer allí. Quizá en eso radica su encanto: apenas dos kilómetros y medio de guijarros que en verano algunos bañistas hacen pasar por playa; dos faros, uno de 1902 y el otro de 1962; antiguos botes de madera anclados a las piedras; contenedores de barcos o incluso de trenes abandonados; varias señales de zonas peligrosas a unos pasos del mar -"Danger Area"-, atribuidas a zonas de entrenamiento militar (no crea usted que se debe a que hay allí una central nuclear), y una flora y fauna con más de 600 especies: maravillosas dedaleras de color malva, rojo y azul, que crecen entre las piedras; mariposas nocturnas; abejas y escarabajos difíciles de encontrar en otras partes del Reino Unido.
Más que un pueblo, parece un cámping improvisado de pescadores que han montado alguna tienda de campaña aquí y allá; una hilera de cabañas esparcidas y barcos pesqueros anclados a la orilla del mar, bajo la sombra de una central nuclear en activo puesta en marcha en 1983 -Dungeness B, con 550 empleados que van y vienen de Romney Marsh y del puerto de Rye-, que hasta antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 era posible visitar, y de otra -Dungeness A- que ha dejado de generar energía en diciembre de 2006, pero cuya desaparición paulatina, que incluye su demolición, tardará 25 años.
Jardín de piedras
"Si Kent es 'the garden of England' ['el jardín de Inglaterra', como se conoce a este próspero condado por su vasto verdor, sus famosas casas molino de finales del siglo XIX y sus pintorescos pueblos con reminiscencias medievales, además de lugar de residencia de personajes como Paul McCarney], entonces Dungeness es su puerta de entrada", publicó una vez The New York Times. De entrada, pero también de salida: artistas, escritores, cineastas, marineros y hasta suicidas -la leyenda cuenta que el faro más antiguo, hoy en manos privadas, ha servido de trampolín: 269 escalones al precio de 3,2 euros- vienen a pasar aquí sus últimos días en busca de tranquilidad, un remanso de paz, donde nada parece ocurrir, con vistas al mar.
Fue el lugar que eligió, preso de una enfermedad terminal, el cineasta Derek Jarman, director de Caravaggio. Es célebre su jardín de piedras, a las puertas de su casa, casi en medio de la nada. Jarman no está más en este mundo, pero su alfombrado jardín de pedruscos, fragmentos de madera y de metal, sigue aquí, acompañando a una brisa perenne que parece danzar con fantasmas.
Tras la I Guerra Mundial, algunos británicos compraron parcelas y levantaron sus casas de verano utilizando viejos vagones de tren como armazón. Hoy día, los materiales parecen más sofisticados, pero la arquitectura es uniforme: casas de madera con techo a dos aguas, con dos grandes ventanales en la fachada principal y otros dos en su fachada posterior. Eso es todo para pasar el estío.
Un lugar bendecido por la luz
Pero las casas están habitadas, y aquí se viene a retirar la gente. No es un sitio de estación. Incluso en invierno, este lugar ventoso está bendecido por la luz. Se ha hecho famoso en Inglaterra por sus apariciones en películas, programas de televisión y anuncios, pero especialmente por haberse convertido en una de las localidades preferidas por los fotógrafos. Hasta aquí se acercan desde Londres modelos de todas partes para anunciar los catálogos comerciales.
También vinieron los famosos Oliver Hardy y Stan Laurel (El Gordo y El Flaco) para reabrir al público, en 1947, la línea regular de tren en miniatura Romney Hyth & Dymchurch -las vías tienen un ancho de 38 centímetros-, que termina precisamente aquí, en Dungeness, a las faldas de la central nuclear, como un simbólico fin de trayecto que desemboca al mar, como desembocan, por medio de dos pipas, las aguas de las instalaciones, dando origen a una pequeña extensión de agua termal que se conoce como The Patch (El Remiendo, en una traducción literal), que atrae a la fauna marina y enriquece la productividad biológica del lugar. La paradoja es la norma en Dungeness.
De no haber un horizonte marino, un camino de madera que corre a un lado del viejo faro, por encima de las piedras, con una vista privilegiada sobre el canal de la Mancha y, en días despejados, sobre Francia, se podría suponer que se ha llegado a un desierto poblado, a una punta del mundo donde el viento da la vuelta, a un lugar inusual que se ha quedado fuera de imprenta.
Juan Manuel Villalobos (Ciudad de México, 1972) es escritor y periodista, autor de La vida frágil de Annette Blanche (Losada, 2005)
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar- Hay dos rutas que llegan a Dungeness: una desde Lydd, por el norte, y la otra, bordeando la costa, desde New Romney. Para alcanzar ambos pueblos se puede viajar por tren o autobús desde Londres hasta Folkestone, y allí tomar un autobús con dirección a New Romney, donde se puede coger el tren en miniatura.- Tren Romney Hyth & Dymchurch (www.rhdr.org.uk). El trayecto entre New Romney y Dungeness cuesta 9,60 euros.Dormir- Lo mejor es hospedarse en Lydd o en New Romney. La web de turismo de Kent (www.visitkent.co.uk) y www.accommodationbritain.co.uk son dos opciones para buscar alojamiento en la zona.Información- Viejo Faro de Dungeness (www.dungenesslighthouse.com). Abre de 10.30 a 16.30. Precio: 4,40 euros.- Observatorio de Aves de Dungeness (www.dungenessbirdobs.org.uk).- www.dungeness.org.uk.- www.visitsoutheastengland.com.- Turismo de Kent (www.visitkent.co.uk).- Turismo británico en España (902 17 11 81; www.visitbritain.es).
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