Moderados y radicales
En su carta sobre mi artículo, el señor Lizundia me lleva a recordar un viejo cuento de Alphonse Daudet titulado La mula del Papa. El incidente de Radio Euskadi tuvo lugar hace muchos meses, cuando ambos fuimos invitados a hablar sobre el significado de "Euskal Herria". Me tocó empezar, di en breve mi visión histórica, no sé si acertada o errónea, y antes de argumentar nada Lizundia empezó su respuesta al modo de su carta (recuerdo a los lectores el inicio de ésta: yo "desbarro", tengo "obsesiones"). De inmediato le interrumpí para decir que iba a discutir ideas, no a soportar descalificaciones. Y me despedí. (Si quiere replicar, por favor, aporte la grabación). Volvería a hacerlo una y cien veces.
Ya de cara a los lectores de hoy, sigue siendo pertinente la analogía entre dos movimientos moderados en la forma y radicales en sus metas. En su tercer congreso, del pasado noviembre, Aralar, el partido de Patxi Zabaleta, líder de Nafarroa Bai, proponía como objetivo una república independiente de Euskal Herria (es decir, con Navarra), alcanzada mediante la autodeterminación. Se declaraba opuesto a la violencia de ETA, pero también a la violencia del Estado. Es, pues, un grupo abertzale gradualista, el avance de cuya política implicará una grave erosión del Estado democrático español: euskaldunización del territorio, vinculación sin referéndum a la comunidad autónoma vasca, aceptación de coaliciones con el brazo político de ETA (ANV). Una cosa es celebrar el abandono de la violencia por un sector de la izquierda abertzale y otra contribuir al éxito de su política.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.