Las diferencias en Lugo obligan a aplazar las reuniones

Las negociaciones entre el partido socialista y el BNG para alcanzar un pacto de gobierno en Lugo quedaron suspendidas ayer, tras la segunda reunión, una vez constatada la existencia de profundas diferencias, tanto en cuestiones programáticas como de organigrama de gobierno. Hasta el próximo lunes no se retomarán los contactos, con lo que el candidato socialista para continuar al frente de la alcaldía de Lugo, Xosé López Orozco, tan sólo contará hoy con el respaldo de sus 12 concejales e iniciará su tercer mandato en minoría.

El reparto de concejalías, la pretensión nacionalista de restar competencias al alcalde y la existencia de una única tenencia de alcaldía convirtieron en inútiles las tres horas que ayer invirtieron los negociadores de PSOE y BNG. El Bloque exige, como mínimo, toda la gestión de servicios sociales, cultura, turismo e infraestructuras. En un principio, también pidió Medio Rural y Medio Ambiente. El Bloque expuso como "irrenunciable" que sólo exista un teniente de alcalde.

También plantearon los nacionalistas que el alcalde no tenga competencias en todas aquellas parcelas que se deleguen en concejales. En el PSOE hicieron cuentas y llegaron a la conclusión de que con esas delegaciones el BNG manejaría en torno al 50% del presupuesto, cuestión a la que no están dispuestos los socialistas, que apelan a un reparto proporcional en función de los resultados que deparó el 27-M: 12 concejales para el PSOE frente a 4 del BNG.

Esta importante diferencia sirve de base a los socialistas para reclamar la existencia de más de una tenencia de alcaldía. Para ello se amparan en que el acuerdo marco contempla la posibilidad de negociaciones específicas en cada municipio. La contraoferta socialista pasa por dejar para el BNG policía local y transporte; educación; área de servicios generales; parte de los servicios sociales, especialmente los referidos a la ley de dependencia, y una parte del área de Medio Ambiente.

Reuniones el lunes

Al término de la reunión, el portavoz socialista, Luis Ángel Lago, reconoció que se apreciaron "diferencias importantes" en las posturas y el modelo de gestión. Estas diferencias impidieron avanzar hacia un acuerdo definitivo, con lo que el lunes a las 10 de la mañana se reproducirán las reuniones.

Lago no quiso puntualizar acerca de las diferencias, pese a que las voces discrepantes eran perfectamente audibles desde fuera de la sala donde negociaban, e insistió en el deseo de alcanzar "un pacto global". El representante socialista aconsejó "seguir trabajando" para llegar a un pacto.