La ministra de Fomento confirma el paso del AVE por la mina de Serrabal

El AVE atravesará la mina de Serrabal. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, dio ayer por definitivo el trazado del tramo Ourense-Santiago, al asumir en su integridad el estudio de la Universidad de Oviedo que calcula en un 10% el impacto del trazado del tren a la explotación minera del empresario Juan Miguel Villar Mir. Álvarez ilustró la rentabilidad de la mina incluso después del AVE en un dato: la petición de una moratoria de los derechos de explotación, formulada por el concesionario. "Si no fuera rentable, no pediría una prórroga", declaró.

Cambiar el trazado para reducir el impacto del AVE en la mina de Serrabal, como reclama el empresario Villar Mir, supondría un retraso de al menos dos años en la ejecución de las obras, un plazo que la ministra consideró inasumible. Pero Magdalena Álvarez no se centró tanto en las posibles demoras como en la mínima repercusión que, en su opinión, tendrá el trazado del AVE en la mina de cuarzo de Boqueixón.

Tras la presentación en Santiago de un nuevo avión de lucha contra la contaminación marina, la titular de Fomento se refirió al informe de la Universidad de Oviedo que dio a conocer en Galicia el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Antonio González. Se trata de un análisis "en profundidad" que revela que sólo el 10% de la explotación se verá afectada por las obras y que garantiza su rentabilidad para los próximos 42 años.

"No estamos hablando del cierre de ninguna mina", recordó la ministra de Fomento. "Hay un hecho claro, y es que se mantiene el trazado", declaró Magdalena Álvarez, que apuntó "la necesidad que tiene Galicia del tren de alta velocidad" para descartar cambios de trazado que afecten a los plazos. "La prioridad es que el AVE llegue a Galicia y que impulsemos todas las conexiones de alta velocidad", añadió.

Falsos compromisos

La ministra presumió del "avance" de la conexión ferroviaria de Galicia con la Meseta en los últimos años, e indicó que los gallegos "irán comprobando que el ministerio cumple con sus compromisos". "Yo lo que no puedo cumplir son los compromisos falsos" del anterior Gobierno del Partido Popular. "Lo que comprometemos lo cumplimos y estamos haciendo una gran inversión que históricamente no hubo en Galicia nunca", señaló.

La ministra restó importancia a los informes que manejan los sindicatos gallegos, que defienden la modificación del trazado al considerar que las obras afectarán al empleo en Serrabal. Esos estudios, que presentarán la semana próxima al presidente de ADIF, "difícilmente" podrán tener "la contundencia, la profundidad, la importancia y la rigurosidad" del trabajo presentado por la Universidad de Oviedo, "realizado durante un año por los mayores expertos y con carácter previo a la autorización del trazado", dijo Álvarez.

Pese a jactarse de la celeridad en la ejecución del AVE, la titular de Fomento se resistió a garantizar fechas para la conclusión de las obras, tanto del enlace de Santiago con la Meseta como del denominado Eje Atlántico, entre A Coruña y la frontera con Portugal. Álvarez declaró que las fechas de finalización de las obras "son las que dio el presidente de la Xunta". "De memoria, no voy a dar plazos", se justificó. Ya por la tarde, la ministra precisó en un acto en Vilalba que el plazo para la conexión con la Meseta es 2012.

La visita de la ministra estuvo precedida por las declaraciones del diputado y candidato del PP a la alcaldía de Santiago, Gerardo Conde Roa, que el jueves se refirió a Álvarez como "el ministro marimacho". La titular de Fomento calificó a Conde Roa de "machista". "Si yo fuera gallega, me sentaría muy mal que este señor me representara", replicó. Según ella, las declaraciones del diputado del PP suponen "una falta de respeto institucional". "No sabe distinguir entre un hombre y una mujer", le acusó.

Con anterioridad, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, pidió disculpas a la ministra en nombre de los gallegos por las palabras de Conde Roa. "No ofende quien quiere, sino quien puede", manifestó Touriño, que añadió: "Los gallegos poco tenemos que ver con ese tratamiento despectivo y con unas palabras que nunca debieron pronunciarse".