_
_
_
_
_
Reportaje:El nuevo mandato municipal

Un nómada de la política

La renuncia del candidato de CDC en Canet para lograr un pacto con Unió se salda en fracaso. Los democristianos apoyarán al PSC

Francesc García, de 56 años, es un nómada de la política. Desde la recuperación de la democracia ha concurrido a las elecciones municipales en la lista de todos los partidos de derecha y centro-derecha: Coalición Electoral Centrista de Cataluña, Alianza Popular (AP), Unión de Centro Democrático (UCD), Plataforma Independent de Canet (PIC) y Convergència i Unió (CiU).

Este empresario del sector del automóvil entró por primera vez en el Ayuntamiento de la mano de UCD, allá por los ochenta. Tras la disolución del partido, pasó a AP, formación que después se refundaría en el Partido Popular. García, sin embargo, ya no llegó a militar bajo estas nuevas siglas, pues abandonó la formación. Lo que no significa que aparcara la política. A principios de los noventa, fundó un partido propio: Plataforma Independent de Canet. Junto a él emprendieron la nueva aventura algunos convergentes, que, naturalmente, fueron expulsados de inmediato.

Con la PIC, Francesc García consiguió la alcaldía. Pero, tras gobernar 18 meses, fue objeto de una moción de censura que, según fuentes de Unió, se presentó "para acabar con el comportamiento y las malas formas del alcalde, que actuaba como una especie de virrey". La moción prosperó y García y su partido pasaron a la oposición. Con todo, la PIC concurrió de nuevo a las urnas en 2003 y logró la mayoría relativa. No obstante, el resto de fuerzas impidieron que García alcanzase la alcaldía por segundo mandato consecutivo. Poco después, la PIC se disolvía definitivamente. Pero la sorpresa aún estaba por llegar.

Fichado por Convergència

Al cabo de unos meses, Convergència decidió no sólo fichar a Francesc García, sino readmitir a todos los militantes que habían formado con él la PIC. La decisión molestó profundamente a sus socios democristianos, que amenazaron con la escisión. Pero Convergència ignoró las amenazas y, al poco, Unió resolvió romper la federación y devenir un partido independiente. "García sabía que nunca conseguiría la mayoría absoluta con la PIC, y creyó que con CiU podría lograrlo", declara Cati Forcano, alcaldable de Unió.

La entrada de García en Convergència no sólo provocó el divorcio de la federación, sino la disputa entre unos y otros por concurrir a las pasadas municipales bajo las siglas de CiU. Finalmente, los convergentes se quedaron con la marca y con García. Unió acudió a las urnas bajo la nomenclatura de Unió Municipal de Catalunya, con la que consiguió dar la campanada al obtener tres ediles.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los resultados electorales no dejaron lugar a dudas: los democristianos se convertían en la fuerza decisiva. En esta inesperada coyuntura, se iniciaron las negociaciones entre los partidos. CDC creyó que podría llegar a un acuerdo con sus ex socios democristianos, si bien el presidente local de Unió, Joaquim Dotras, ya había asegurado en plena campaña que no "había posibilidad alguna" mientras continuara García. Con todo, Convergència lo intentó, pero Unió se mantuvo en sus trece.

Ante semejante callejón sin salida, García presentó ayer su renuncia voluntaria como concejal del Ayuntamiento de Canet para allanar el camino a un hipotético acuerdo con Unió. Sin embargo, tal como habían prometido los democristianos ayer, decidieron reeditar el tripartito y renovar al socialista Joaquim Mas como alcalde del municipio.Sólo García conoce cuál será su próximo paso en la política local.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_