El milagro de la mochila del 11-M
El cineasta árabe Hwidar recrea una historia cotidiana del brutal atentado en un corto premiado que abre Cinema Jove
Abdelatif Abdesalam Hwidar interpretó el papel de Juanito el Moro en la adaptación de La vida en el abismo. Pero su nombre no ha trascendido por este pequeño papel en la adaptación de la novela de Ferran Torrent, sino porque es el director de un cortometraje de ficción sobre el brutal atentado del 11-M y, en concreto, sobre la mochila que nunca llegó a estallar. Se titula Salvador. Historia de un milagro cotidiano y abre mañana el festival Cinema Jove.
Es un corto con historia. Ha ganado el certamen Madrid en corto y ha sido seleccionado para participar en una veintena de festivales nacionales e internacionales. Ya el guión fue objeto de importantes ayudas para su realización. Un camino jalonado con éxitos y un tema muy duro y candente, que lo ha sacado adelante un joven cineasta árabe, que ha vivido 10 años en el barrio multicultural de Russafa, en Valencia.
"Me afectó mucho el 11-M. La historia nació la misma mañana que iba escuchando por la radio el parte de muertos. Fue muy duro. Algo se rompió dentro de mí y se me quedó latente. Nos explotó en la cara a todos. Recuerdo la imagen de un obrero de la construcción en Russafa, sentado, llorando. No había rabia. Había un silencio y un dolor compartido", explica Hwidar.
Pasó el tiempo y no cesó de tomar apuntes de lo que podía ser un futuro guión. Siguió trabajando como cámara de Audiovisual Sport filmando los partidos de fútbol en Mestalla.
En su cabeza, no dejaba de perfilar la historia. Pasajeros habituales en un vagón del Metro: trabajadores, estudiantes, gente común. Uno ojea el diario; otro no quita ojo a la minifalda de una joven; un tercero juega entre todos ellos. Este es Salvador, un niño ecuatoriano de seis años. Su naturalidad logra sacar a los absortos viajeros de sus pensamientos, esos (o parecidos) que reflejaron Peter Hanke y Win Wenders en la película Cielo sobre Berlín.
Entre los pasajeros, un terrorista cargado con una mochila. "Casi desde el principio pensé que el atentado era obra del terrorismo islamista por el modo en que se produjo", apunta el cineasta, de 36 años, hijo de padres musulmanes.
Hwidar reconoce que su paternidad ha influido en el relato definitivo de la historia. Décimo de 11 hermanos, recuerda con humor cómo el pasado año "subieron" sus familiares de Ceuta para conocer a su hijo. "Parecía una nueva Marcha Verde", apostilla.
Asegura que no ha querido posicionarse ni emitir ningún juicio sobre lo ocurrido en Madrid hace tres años en su película. Su propósito ha sido contar "la historia de un milagro cotidiano" y mostrar que "todos podíamos haber ido en el tren".
Él vivió el 11-M en Valencia. Entonces no se sintió especialmente perseguido ni se percató de que hubiera gente que cambiara su actitud por su aspecto árabe. Pero sí que ha notado discriminación en el contexto actual. No hace mucho, le hicieron bajar de un avión en Zurich, le registraron y le obligaron a mantenerse desnudo durante 10 minutos. "Eso sí, todo con buenas palabras. Pero me montaron todo el teatrillo por mi nombre. Si yo hubiera sido terrorista, no volaría mostrando mi nombre árabe. Es absurdo. Luego, cuando volví a subir al avión, todos los pasajeros me miraban con miedo", recuerda.
Hwidar estudió cine en la Escuela de Artes Visuales de Madrid, antes de afincarse en Valencia. Aquí ganó el primer premio del proyecto de ayuda a jóvenes cineastas por su corto organizado por el Greenspace hace casi tres años. También obtuvo una mención honorífica de Bancaixa y ayudas de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Cultura para realizar el corto. Además, el pasado año, Cinema Jove le concedió el V Premio Proyecto Cortometraje, en el que participan Canal 9 y Canal +, entre otros.
Con todas estas ayudas, Hwidar pudo poner en marcha su corto, con la participación de actores conocidos como Nacho Fresneda, intérprete de la serie Hospital Central, o el valenciano Albert Forner. Lo rodó en vídeo digital, y luego lo infló a 35 milímetros. Las escenas del metro fueron rodadas en Ferrocarrils de la Generalitat, que se mostró dispuesta a colaborar y alquilar un vagón, al contrario que Renfe.
Salvador se pudo ver en la última edición del festival Madrid en corto, si bien Hwidar considera el pase de mañana en Cinema Jove como un auténtico estreno ante su gente. Guarda de Madrid "la fuerte emoción" que le produjo ver su corto en compañía del público por primera vez. Comprobó, por el silencio tenso de la sala, que la gente respondía y entendía su historia de un milagro cotidiano.
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