La Generalitat sopesa ceder a entidades los pisos intestados

La Generalitat planea ceder los pisos intestados, los que llegan a la Administración porque sus propietarios mueren sin legarlos a nadie y sin herederos, a la red de viviendas de inclusión social que gestiona junto con la fundación Un sol món, de Caixa Catalunya. La red se puso en marcha hace un año y medio y gestiona 406 pisos de 80 entidades que dan cobijo a 1.600 personas. Tiene un presupuesto de 1,2 millones de euros aportados a partes iguales.

Personas sin techo, inmigrantes sin papeles, toxicómanos, jóvenes tutelados o ex tutelados por la Administración, víctimas de la violencia doméstica o personas que salen de la cárcel son algunos de los perfiles que atiende la Red de Viviendas de Inclusión Social. Siempre de forma temporal, como último paso en los procesos de reinserción a la sociedad, viven en pisos en los que existe algún tipo de tutela, ya sea con presencia permanente de educadores o con supervisión más o menos esporádica. Se trata de pisos que son propiedad de las entidades, cedidos a las asociaciones o alquilados al mercado de alquiler.

Precisamente de la dificultad de incorporar nuevas viviendas a la red, sobre todo si hay que buscarlos en el mercado libre, nace la idea del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda de ampliar la bolsa con los pisos intestados. Lo anunció ayer la Secretaria de Vivienda, Carme Trilla, quien explicó que su departamento ha comenzado a estudiar esta posibilidad junto con el de Economía y Finanzas. La cesión se materializaría mediante un convenio, adelantó Trilla, pero no facilitó más detalles: ni la cifra de pisos que se podrían incorporar a la red de inclusión, ni en qué condiciones pasarían a manos de las entidades. "De entrada nos aportará bastantes viviendas, una cifra interesante, y después un goteo para alimentar la red", afirmó. Fuentes próximas a la fundación Un sol món calcularon que la cifra de pisos intestados en manos del Gobierno catalán estaría alrededor de un centenar. Hasta ahora, estos pisos se vendían y los ingresos se repartían entre entidades.

Los responsables de la obra social de Caixa Catalunya y de la Generalitat destacaron ayer la rapidez con la que se ha creado la red de viviendas de inclusión. Nació en 2006 con 213 pisos de 37 entidades y 970 plazas, y en los primeros cinco meses de 2007 las cifras ya se han duplicado: 406 viviendas, 80 entidades y unas 1.600 plazas. La red espera poder incorporar más entidades y viviendas al proyecto, explicó el director de la fundación Un Sol Mon, Àngel Font, pero también admitió que los números no crecerán al ritmo actual porque, dijo, "se ha peinado el territorio a fondo".

La mayoría de los pisos de inclusión se encuentran en Barcelona y su área de influencia y sólo algo más del 6% de las viviendas están en las comarcas de Tarragona, Girona y Lleida, que se acaba de sumar a la red. A las 406 de esta red cabe sumar las viviendas de inclusión de los Ayuntamientos. El de Barcelona, por ejemplo, gestiona actualmente 17 pisos y se ha marcado ampliar la cifra hasta 50 en 2010, según el área de Bienestar.

Respecto a los 406 pisos de la red de inclusión de la fundación un Sol Món, destacan por cantidad entidades como la Fundación Privada Fomento de la Vivienda Social de Càritas Diocesana, que tiene 62 viviendas, la asociación Social Forma (21 pisos), Benallar (20), Prohabitatge (17) y la asociación Rauxa (10). Entre los usuarios, el mayor colectivo de personas atendidas lo integran los jóvenes, seguidos de las mujeres y los sin papeles.