El Supremo estudiará si el ruido de Barajas vulnera derechos

El Tribunal Supremo ha admitido a trámite el recurso presentado por los vecinos de Ciudad de Santo Domingo (Algete) por presunta violación de derechos fundamentales debido al sobrevuelo de aviones del aeropuerto de Barajas. Los residentes recurrieron la desestimación inicial de demanda, referida a los artículos 15 (Derecho a la vida) y 18 (Inviolabilidad del domicilio) de la Constitución, dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

Saturnino Polanco, vecino y abogado del caso, destacó la decisión "novedosa y pionera" en el Derecho español, al ser la primera vez que el Supremo admite un recurso de este tipo. La decisión del Alto Tribunal "le indica a AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) que, como consecuencia de la ampliación del aeropuerto, ha perjudicado a quienes viven en un núcleo de población desde hace 40 años y que debe tomar medidas para solucionar el problema", según José María Serrano, portavoz de la comunidad de propietarios Ciudad de Santo Domingo, con 5.000 habitantes.

La zona "está situada a 28 kilómetros de las antiguas pistas del aeropuerto, fuera de trayectorias de entrada y salida de aviones", pero "tras la ampliación de Barajas, se han situado nuevas pistas en suelos de reciente expropiación, modificándose las trayectorias de aterrizaje", añade Polanco.

"No se puede decir que los vuelos sobre 5.000 personas, sobre colegios y una residencia de ancianos se mantienen para aumentar la operatividad del aeropuerto", añade Serrano. Los vecinos estiman que en 2006 sobrevolaron la población 40.000 aeronaves de 300 toneladas, a 600 kilómetros por hora y 400 metros de altura, "con miles de litros de queroseno".

Las normas sobre ruidos de la Comunidad de Madrid indican que el máximo permitido para zona residencial es de 55 decibelios de día y 45 de noche, en el exterior. En interior, 35 de día y 30 de noche. Según Polanco, "de diez mediciones realizadas en Ciudad Santo Domingo por peritos del Tribunal, cinco superaron el máximo con puntas de 72,6 decibelios" y "en sobrevuelos, Santo Domingo estaba por encima de 55 decibelios el 96,5% de los días".

Los vecinos recabaron firmas y le presentaron un escrito al anterior alcalde, Jesús Herrera (PSOE). Le pedían que el llamado sector 4, una parte del término municipal situado en el valle del Jarama, no fuera recalificado para construir nuevas viviendas y que se dedicara "a servicios e industria".

El nuevo equipo de gobierno, dirigido por la alcaldesa Inmaculada Juárez (PP), se ha comprometido a cambiar el uso de este terreno de residencial a terciario, para que los aviones no pasen por encima de las casas. Saturnino Polanco considera que esa solución es viable porque "los aviones no tienen por qué seguir la trayectoria actual, pueden utilizar otra pista que transcurre, durante kilómetro y medio, por terrenos baldíos y de labor del valle, es decir, lo que han hecho siempre". Esa ha sido su petición desde que emprendieron las acciones judiciales en 1999. "Nada de esto se ha cumplido, ni antes ni ahora, a pesar de que el PSOE lo exigía cuando era oposición", reivindican.

Satisfechos por la decisión del Supremo, los propietarios aseguran que no pararan hasta conseguir una victoria legal definitiva: "Si el Supremo fallase en contra de nuestros intereses, iremos hasta donde haga falta, al Constitucional e incluso a Bruselas".

"El 18 de junio tres altos cargos de AENA tendrán que compadecer ante un juez de Barcelona por una querella criminal presentada, en este caso, por la asociación de vecinos del pueblo de Gavà contra la ampliación del aeropuerto de El Prat. Es sólo un ejemplo, pero muy representativo de ese cambio de actitud", aducen. AENA declinó hacer declaraciones a este periódico.