Touriño y Quintana sellan el "nuevo mapa político" en los ayuntamientos

La firma sobre un documento de tres folios y un apretón de manos selló ayer el acuerdo entre socialistas y nacionalistas para los ayuntamientos gallegos. Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana pusieron fin a semana y media de negociaciones con un texto por el que PSdeG y BNG se apoyarán mutuamente en los municipios donde sus candidatos puedan ser investidos alcaldes y formarán gobiernos de coalición en todas las ciudades excepto Ferrol. "Galicia vivirá un nuevo mapa político que fortalece y extiende el cambio a buena parte del país", declaró Touriño.

En las ciudades, el acuerdo contempla el "impulso" a la formación de gobiernos de coalición en A Coruña, Santiago, Lugo, Ourense, Pontevedra y Vigo. Las tres condiciones del pacto en esos seis casos son las siguientes: la alcaldía recaerá en la fuerza más votada de las firmantes del pacto, en la segunda fuerza lo hará una tenencia de alcaldía única y las áreas de responsabilidad se distribuirán de forma proporcional a la representatividad de cada partido. Todo ello, "salvo acuerdo en otros términos de las dos fuerzas en el ámbito local", lo que en la práctica abre la puerta a todas las alternativas que se planteen en cada una de esas seis ciudades.

Para el resto de los ayuntamientos, PSOE y BNG se comprometen a impulsar un proceso de diálogo en el ámbito local que propicie gobiernos de coalición o acuerdos de gobernabilidad. En esos municipios, unos y otros votarán en la sesión de investidura al candidato de la fuerza más votada, en los casos en que ese apoyo sea necesario para garantizar el acceso a la alcaldía. En los restantes, se facilitará la investidura mediante la abstención si fuese preciso, para evitar que se pudiese alterar lo pactado en ese acuerdo al ser votados por otra fuerza política.

En un breve acto celebrado en el salón Cimabue del Convento de San Francisco, en Santiago, al que asistieron los miembros de las comisiones negociadoras y un pequeño grupo de diputados y dirigentes de ambos partidos, Touriño y Quintana realizaron sendas explicaciones del acuerdo, aunque sin permitir preguntas de los periodistas. El secretario general del PSdeG aseguró que el pacto responde "al mandato inequívoco" de los gallegos en las pasadas elecciones municipales, cuando pidieron "la extensión del cambio a los ayuntamientos". Coincidió con él el portavoz nacional del BNG, para quien el pacto "da contestación a lo que los ciudadanos decidieron: que no haya mayorías absolutas".

"Un mandato claro"

Pérez Touriño consideró el resultado de las elecciones municipales "un mandato claro" para extender el acuerdo bipartito de la Xunta a los ayuntamientos. "Este pacto nace con la voluntad de responder a ese mandato", añadió el presidente del Gobierno gallego. De su contenido, Touriño destacó que "garantiza la gobernabilidad de los municipios". El líder socialista también consideró asegurada "la unidad de acción" de los gobiernos de coalición, "como es lógico, con dos fuerzas capaces de acordar", y dio por "respetada escrupulosamente" la autonomía municipal.

Anxo Quintana, mientras, puso el acento en la pérdida de mayorías absolutas en las ciudades gallegas, por lo que opinó que el pacto facilitará la constitución de "gobiernos estables y plurales", constituidos "sobre bases programáticas". "Este es un país plural con tres espacios políticos diferenciados", añadió el portavoz nacional del BNG, para quien el acuerdo demuestra que Bloque y PSOE son "fuerzas políticas diferenciadas, pero responsables y maduras".

De los siete grandes municipios, el acuerdo sólo deja fuera a Ferrol, donde el PSOE podrá gobernar con el apoyo de Izquierda Unida tras el revés electoral de los nacionalistas. En el conjunto de los ayuntamientos gallegos, PSOE y BNG se aseguran con el pacto 70 alcaldías, a las que hay que sumar otras 25 en las que intervendrán terceros partidos. Los socialistas lograron además 39 mayorías absolutas el 27 de marzo, por ocho del BNG.

El acuerdo firmado ayer basa el funcionamiento de los gobiernos de coalición en tres principios. Uno de ellos, de unidad de gestión y solidaridad, establece la "cohesión, lealtad y apoyo mutuo" entre los socios, mientras que el de eficacia pretende garantizar "un nivel óptimo de prestación de servicios". El de autonomía, por último, se traducirá en una delegación intensiva de competencias de los alcaldes a los concejales, que incluirá "todas las facultades, derechos y deberes en la materia delegada excepto las indelegables".

El acuerdo de gobernación en los ayuntamientos se completa con una serie de principios y criterios programáticos genéricos, entre los que destaca el impulso de una "nueva organización administrativa del territorio basada en las comarcas y las áreas metropolitanas". Los socios también se comprometen a reservar el 40% del suelo para vivienda de promoción pública -el 30% en los de menores de 20.000 habitantes- y a cumplir la legislación en materia lingüística, con el empleo del gallego "de forma sistemática en todas las comunicaciones orales y escritas" de los ayuntamientos.

Horas antes de que se firmara el acuerdo, el presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, acusó a PSOE y Bloque de "ir en contra de los resultados electorales". El presidente de los populares gallegos se descolgó con una nueva propuesta: la de formalizar con el resto de fuerzas representadas en el Parlamento gallego un pacto impulsado por la Xunta similar al antitransfuguismo, aunque en esta ocasión con el compromiso de dejar gobernar en todas las instituciones a la lista más votada. De esa forma, opinó Feijóo, los partidos le "devolverían la ética a la política".